lunes, 3 de febrero de 2014

LA VIDA TE DA SORPRESAS: 

EL EXTRAÑO CASO DE OKAVANGO

Como si tiernos borreguitos fuéramos, estamos acostumbrados a evaluar situaciones, cosas y personas utilizando, CASI siempre, los estándares habituales y la "legislación vigente", y a presuponer para todo finales y desenlaces ya vividos en casos anteriores, descritos y registrados en los "protocolos".  Lo que no está en éstos, simplemente, no existe.

Y, sin embargo, eso es cuestionable.  Las cosas no son siempre blancas, negras o grises: disponemos de una amplia gama de colores. Existen sugestivas excepciones. Y todo puede tener un desenlace insólito, singular y totalmente inesperado: Quizá sea mejor abrir ojos, desplegar orejas y estar preparados para ellos.

Por ejemplo:

Siempre nos han dicho que en la naturaleza todo se ha de calificar en uno, y sólo uno, de estos tres reinos: mineral, vegetal o animal. Pero existe, por ejemplo, un curioso bichito marino, la Elysia chlorotica, que perteneciendo a la última categoría, realiza la fotosíntesis igual que cualquier geranio.

Siempre nos han dicho que un infarto es algo pernicioso y grave para la salud y, sin embargo, hace unas semanas los médicos del Hospital Gregorio Marañón de Madrid salvaron la vida de un paciente con grave arritmia ventricular provocándole, intencionadamente, un infarto.

Siempre nos dijeron, en clase de geografía, que los ríos han de morir en uno de estos tres únicos desenlaces: en el mar u océano, en otro río o en un lago. Y, sin embargo....

África. En cualquier momento de la historia y hoy en día. Entre montañas, en una zona muy lluviosa de Angola, nació un río al que dieron por nombre Cubango. Después de recorrer más de 1000 km por ese país, visitó Namibia, donde le cambiaron el nombre por el de Kavango. Cruzó este territorio hasta su frontera con Botsuana, último país al que llegó, y allí lo rebautizaron con un último nombre: Okavango (las tres denominaciones significan lo mismo: río de peces grandes).

Okavango pensaba que, como cuarto río más largo de África, desembocaría en un gran océano, pero no fue así. Por ello, imaginó que se haría afluente de otro más grande, como el Zambeze, e iría a morir en él. Pero tampoco fue así. En el colegio le habían dicho, como a todos nosotros, que todos los ríos acaban en el mar, en otro más grande del que son afluentes o en un lago. Por ello, Okavango, descartadas ya las dos primeras opciones, creyó que en esta última estaría su fin. Y sin embargo, tampoco fue así.

Entonces ¿qué hace Okavango para llegar a su final? Okavango es especial y es el único río del mundo que no termina ni en el mar, ni en otro río, ni en un lago. Okavango muere en el desierto de Kalahari. Cuando llega a él forma un enorme y bellísimo delta y sus aguas se filtran o se evaporan: nadie sabe realmente donde acaban pero, en sus últimos kilómetros de recorrido, antes de desaparecer, obra una gran maravilla de la naturaleza: con el delta, se crea un gran oasis en el árido desierto de Kalahari, donde conviven elefantes, leopardos, rinocerontes, búfalos negros, licaones, guepardos y unos extraños leones: extraños porque son los únicos leones nadadores.

Y esta es la historia del Okavango, el único río que tiene un final distinto y único en la Tierra.

Estemos preparados para los finales sorprendentes. ¡Los hay!

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

 "No tiene que ser un final como esperabas para ser un final feliz"
Julito

"Sólo vamos a entender el milagro de la vida plenamente, cuando permitimos que lo inesperado suceda"
Paulo Coelho

13 comentarios:

  1. Como aficionado a la naturaleza, me gusta el artículo; breve e ilustrativo.

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  2. Caray Casilda!!! Lo tuyo sí que es la transversalidad!!! Otros seres vivos muy particulares son los líquenes (ejemplo de simbiosis) y los virus, a medio camino entre el ser vivo y la proteína inanimada... con lo buenas que son las proteínas!!!

    Vamos a empezar el lunes con alegría!

    Larga vida y prosperidad

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  3. Hola Casilda, antes de nada gracias por tu comentario, me ha encantado. La verdad es que me encanta lo inesperado y los finales que están lejos de lo corriente. Soy muy fan de lo curioso y de las sorpresas que se salen de lo común. Quién fuese el Okavanco! Un beso!

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  4. Me encanta. Necesitamos finales de estos, inesperados, pero también felices. El "no dar todo por hecho" es el mejor lema para el aventurero...

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  5. Me encanta la "anormalidad" Quiero ser como Okavango....

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  6. La vida es sencilla, naces, mueres y por el camio paces; el problema es el camino, el que le da calificativos de hermosa, curiosa, díficil, mala vida... El problema es el camino, siempre en direccion al horizonte, lejos, cuándo en realidad el único recorrido que hemos de hacer es a uno mismo, como vuestro río, morir tierra dentro, vivir en tu interior y buscar en el alma la vida que no encuentras fuera. Cuñaooo

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  7. Simplemente maravilloso Casilda.
    Los finales inesperados, al final, son los que nos provocan sonrisas. Okavango es un rio afortunado.
    Buena historia, buena ilustración. Fantásticas!

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  8. cCuriosa historia la de esta semana siempre logras sorprenderme! La desconocia! Me ha encantado! Feliz semana

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  9. ¡Qué bonita historia la de este río! La naturaleza siempre nos guarda sorpresas a veces tan agradables y curiosas como esta. Tenemos tanto que aprender...
    Feliz semana para ti también.

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  10. El okavango debe ser como la muerte del cisne.. De una belleza extraordinaria!! Buena semana para todos!!!

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  11. Tienes razón, no todo es blanco o negro, la vida es un compendio de diferentes tonalidades de grises así como de tantos puntos de vista como espectadores, no seamos cabezacuadradas!!!

    Un saludo.

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  12. Okavango: Sorprendente y casi inasumible para nuestras formateadas cabezas de "nuestras vidas son los rios que van a dar a la mar..."

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