lunes, 25 de mayo de 2015

FUERA DE CONTROL


Desde declarados irredentos, hasta reticentes impenitentes. Quien lo lleva a gala, quien lo asume y quien no lo reconoce. En el fondo o en la superficie. Todos somos controladores. De hijos, de obra, de colaboradores, de caudales, de verdades, de mentiras, de palabras, de silencios. Pero, una vez que cruzan el umbral, tienen vida propia y hacen y deshacen, -o les hacen y les deshacen-, con libre albedrío. 
Somos dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras pero ¿cómo permanecer siempre callado? ¿merecería la pena hacerlo,con tal de no rendir ese vasallaje?

O aprendemos a gestionar eficazmente no sólo la independencia de los demás sino las injerencias del prójimo en la nuestra, o nos subirá a todos la presión sanguínea. O acabamos rompiendo escaparates. Como EuGenio...


Nueva York (Nueva York, EEUU), década de los 30 del siglo XX. El surrealismo estaba entonces muy de moda en Nueva York. Los selectos y lujosos almacenes Bonwit-Tellerle, sitos en la prestigiosa Quinta Avenida, habían contratado para decorar sus escaparates a un treintañero artista surrealista español, de nombre Eugenio Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí Domenech. Dalí había elegido como tema para su puesta en escena "El día y la noche", y una noche entera pasó tras las vitrinas realizando el montaje de su obra, la cual, dispuso de la manera siguiente:

En una de las vitrinas había colocado una bañera repleta de agua con un forro peludo de piel de astracán, dentro de la cual yacía inmerso un maniquí con  peluca pelirroja, supuestamente hablando por un teléfono-langosta. En la otra vitrina había colocado una cama con dosel negro con una figura acostada sobre ella, con brasas encima de la almohada, un traje afrodisíaco lleno de pipermín y rodeado de moscas. Entre otras lindezas.

Los escaparates tuvieron excesivo éxito a juicio de los propietarios de los almacenes por lo que, a fin de disolver las aglomeraciones de gente que había producido, decidieron simplificar la obra expuesta. Al día siguiente se personó por allí Dalí quien, viendo que su obra había sido "mancillada", exigió de los responsables explicación. Dalí no entendió del todo la respuesta, pues no hablaba una palabra de inglés, pero sí se apercibió claramente cuando le indicaron que el cheque por sus servicios había sido abonado y, por tanto, ya nada podía reclamar. La obra ya no era de su propiedad.

Dalí, entonces, dispuesto a tomar por su mano la justicia, se dirigió a las vitrinas con la intención de vaciar la peluda bañera y estropear con el agua todo aquello que allí quedaba, con tan mala fortuna que la vitrina resbaló por el líquido elemento, yendo a estrellarse contra la luna de cristal que se hizo añicos, dejando salir Quinta Avenida abajo borbotones de agua y bañera navegando sobre ella. También Dalí salió corriendo por el agujero del cristal pero los agentes de policía lo atraparon en un santiamén, lo detuvieron y pasó la noche en el calabozo. 

Gala lloraba pero su abogado les tranquilizó indicando que el juez de guardia que presidiría la vista de su caso era persona bondadosa  y benevolente. El calabozo, descrito por Dalí como una jaula ignominiosa, estaba lleno de borrachos y hampones, muchos de los cuales comenzaron a acercarse a Dalí para zurrarle. Suerte tuvo el pintor de encontrar a un pequeño personaje, con anillos de oro en todos los dedos, puertorriqueño a juicio del artista, que le preguntó la causa de su detención. Al responder Dalí que había roto un escaparate en la mismísima Quinta Avenida provocó la admiración y el respeto del gangster, que le defendió, eficazmente, a capa y espada, durante toda la noche.

Llegada la mañana lo llevaron ante la presencia del juez, que hizo gala de la benevolencia anunciada por el letrado, indicando que Dalí había roto, efectivamente, una vitrina de 60 dólares que habría de pagar pero que todo artista tiene derecho a defender la integridad de su obra por lo que, tras pagar, quedaba libre.

Pd. Cuenta Dalí que la voz corrió por los foros artísticos de Nueva York, convirtiéndole la hazaña en un héroe.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"Lo importante es que hablen de ti, aunque sea bien".
Salvador Dalí
"No tengas miedo de la perfección, nunca la alcanzarás"
Salvador Dalí
"El que quiere interesar a los demás tiene que provocarlos."
Salvador Dalí


lunes, 11 de mayo de 2015



ATAULFO ¿DONDE ESTÁS?...


Está claro que, el hombre propone y... no menos claro que, al final, no es él quien dispone. Segura estoy de que cuando usted era pequeño, - o, más bien, cuando usted era niño, que pequeño quizás sigue usted siéndolo-, imaginaba vivamente cómo, de adulto, llegaría usted a ser bombera, azafato, portera de fútbol de un equipo de primera división, astronauta, profesor, modeli, maquinista de tren, filósofo o plácida vendedora de ajos y limones a la puerta del Mercado de la Paz.

Algunas decenas de primaveras después, el cuento ha cambiado hacia una deriva en algunos casos prosaicamente menos bohemia. Chupatintas de banca/seguros, teleoperador, auditor de cuentas, cobrador de peajes de autopistas, fiscal en un juzgado, eterno becario...

Usted, el que de niño odiaba dea run paso fuera de casa, ha acabado viviendo quizá en el Congo (Belga); y usted, que adoraba los viajes, con suerte consigue llegar, algún fin de semana, al centro comercial más cercano.

Mírese. ¿Quién le iba a decir a usted?. Como al rey visigodo Ataulfo, que apalabrado tenia un ático con terraza en "Ópera" y ha acabado viviendo en un bajo con jardín...

Madrid, segunda mitad siglo XVIII. El primero de los reyes Borbón en España, Felipe V,  había fallecido en 1746 y le había sucedido su hijo, que reinó con el nombre de Fernando VI. A la muerte de éste sin descendencia en 1759, le sucedió su hermano por vínculo paterno, que reinaría con el nombre de Carlos III.
El padre de ambos había dejado en marcha el proyecto y las obras de construcción de un nuevo palacio real, que se elevaría en la misma ubicación donde se había alzado en siglos anteriores el Alcázar, residencia de los anteriores reyes de la Casa de Austria, que, como si no quisiera dar cobijo a sus nuevos inquilinos, había ardido en la práctica totalidad. El nuevo palacio se construía conforme a los nuevos gustos de la época y todo en piedra y en materiales recios y regios.

Con la intención de homenajear y hacer un repaso histórico a los reyes de los reinos españoles desde el siglo V en adelante, comenzando por el rey godo Ataulfo, fueron encargadas más de un centenar de estatuas en piedra blanca de Colmenar, de colosal tamaño, representativas de cada uno de ellos, que serían colocadas en lo más alto, a lo largo de las cornisas del palacio. 

Por aquel entonces, la viuda de Felipe V, Isabel de Farnesio - madre del ya rey Carlos III-, aguardaba la finalización de las obras para habitarlo junto a su hijo el rey tras haber vivido desterrada en La Granja (Segovia) y en Riofrío durante el reinado de su hijastro, Fernando. Pero la parmesana, que así apodaban a la de Farnesio por haber nacido en Parma y, al parecer, también por la curiosa vianda que solía desayunarse (unas tostaditas bien untadas de mantequilla y espolvoreadas con lascas de queso parmesano), comenzó a sufrir una serie de pesadillas que la obsesionaban. En ellas la ciudad de Madrid era sacudida por violentos terremotos a consecuencia de los cuales las estatuas se precipitaban hacia abajo, yendo a caer, indefectiblemente, encima de su persona, que moría una y otra vez en sus sueños, aplastada por los colosos.

Y he aquí que la reina madre, mujer de carácter y con probada capacidad para las intrigas palaciegas demostrada durante el reinado de su fallecido marido, convenció a su hijo Carlos III de que dichas estatuas fueran ubicadas en lugares mucho menos peligrosos. Así, las pobres estatuas pasaron a ejercer un papel de mucho menos altura: a los sotanos de palacio.

Un siglo tuvo que pasar para que la tataranieta de Isabel de Farnesio, otra Isabel, -la reina Isabel II de España-, hiciera sacar de nuevo a la luz las estatuas que hoy en día lucen repartidas entre los Jardines de la Plaza de Oriente, los de Sabatini y los del Retiro y el Museo del Ejercito en Madrid; el paseo de Sarasate, de Pamplona; y otros muy ilustres puntos de la geografía española como Ronda, Vitoria, Toledo, Burgos, Logroño, San Fernando de Henares, Aranjuez, El Ferrol, ....

Pd. Como todas las historias "floridas", esta también tiene una versión B, mucho más prosaica. Hay quien cuenta que los motivos para no ubicar las estatuas de marras en las cornisas de palacio fueron puramente técnicos y estilísticos, al entender Sabatini (arquitecto que, sucediendo a muchos otros, finalizó el proyecto) que las esculturas eran excesivamente pesadas para su ubicación en las cornisas y poco acordes con los nuevos gustos estéticos y arquitectónicos que comenzaban a estar en boga. 

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"Las cosas no son como empiezan,sino como se terminan".
Refrán

"Si piensas que eres demasiado pequeño como para hacer una diferencia es que no has dormido nunca con un mosquito en la habitación"
Proverbio Africano

"Tu tiempo es limitado. No lo desperdicies viviendo el sueño de otra persona"
Steve Jobs