"MUJER BLANCA, SOLTERA..."
A simple vista podria parecer que los grandes plagios se cuecen y dirimen entre mastodónticas y multimillonarias empresas, en pleitos como Apple vs. Beatles, Inditex vs. Louboutin, Google vs. muchos, y otros litigios gigantes del panorama empresarial internacional. Y, sin embargo, no; no es así. Los peores plagios, como en la película que dá título a la publicación de hoy, se producen día a día, en dosis individuales y en petit comitè.
¿No está usted harto? Sí, harto. Si no es usted muy egocéntrico, siempre hubiera pensado que de su modesto, aunque serrano, cuerpo y de su cacumen nadie podría sacar una musa obsesiva y repetitiva de la cual copiar con detalle y avidez todo aquello que forma parte de su esencia y complementos: su pelo, su indumentaria, la forma de ponerse el sombrero, el pañuelo, sus planes de fin de semana y vacaciones varias, sus mechas, el nombre de su perro o, peor, el de su propio hijo, y los mas avezados su parte predilecta: copiarle sus proyectos y los productos de su inteligencia.
Pero no se preocupe, no hay motivo de alarma: le podrán copiar los zapatos; podrán intentar imitar su soltura, donaire y simpatía; podrán, incluso, hasta robarle las ideas pero nunca conseguirán quitarle su talento. Eso debió pensar Camille Saint Saëns....
París, segunda mitad del siglo XIX a primer cuarto del siglo XX. El compositor francés Charles Camille Saint Saëns (1835-1921) fué ganándose un merecido prestigio y una dilatada fama como compositor, director de orquesta, virtuoso intérprete pianista y genial organista, estimado crítico musical y profesor. Amigo de muchos y variados grandes músicos de la época, el mismísimo Franz Liszt lo elogió diciendo de él que era el mejor organista del mundo.
Hombre de grandísimo y polifacético talento intelectual, desde muy niño practicó el estudio de la botánica, la geología, la arqueología, acústica, entomología e, incluso, ciencias ocultas. Matemático excelente, caricaturista, escritor y ferviente viajero, su paso a la historia se ha circunscrito mas bien, CASI en exclusiva a la categoría de compositor famoso, pero de aquellos conocidos sólo por los entendidos.
Sus más destacadas obras son, probablemente, la ópera Sansón y Dalila y El carnaval de los animales, cuyo fragmento El Cisne devino pieza muy célebre, ya en su día, al ser incluida por el coreógrafo ruso Michel Fokine, en el famosísimo espectáculo de ballet, debut de Anna Pavlova, La muerte del cisne .
Relacionado con esta famosa pieza, sucedió en cierta ocasión que un joven músico, admirador de la faceta de crítico musical de Saint Saëns, acudió a éste a fin de que enjuiciase y evaluase la calidad de una de sus recientes obras. La composición resultó ser sólo un tosco plagio, un burdo calco de la pieza "El Cisne" del propio Saint Saëns, y el joven músico, bien un plagiador de gran cinismo y desfachatez, o bien un indolente y profundo ignorante.
Finalizada la interpretación de la pieza, el joven, con ganas de plantear varias cuestiones al ducho crítico, comenzó preguntando:
-"¿Maestro, qué le ha parecido? ¿Como titularía mi composición?"
A lo que Saint Saëns respondió, poniendo de manifiesto la descarada similitud con su pieza El Cisne pero sin inmutarse:
-" Sin duda ninguna lo titularía ¡La Oca! "
¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!
“Un escritor original no es aquel que no imita a nadie, sino aquel a quien nadie puede imitar” François-René de Chateaubriand (1768-1848)
“No es de dónde sacas las cosas, es a dónde las llevas”
Jean-Luc Godard
“Nada de mí es original. Soy la combinación de esfuerzos
de todos aquellos a los que he conocido”
Chuck Palahniuk