lunes, 16 de junio de 2014

MARÍA, CALLA ...



Siembre vientos, que recogerá tempestades... Y si no ¿qué espera?¿qué la vida le ponga siempre, y sin pagar peaje, un oportuno paracaídas?  Mejor no confiar en la suerte y cuidarse un poquito a uno mismo sin meterse en pastosos fangos cuando uno no lleva unas buenas katiuscas, que si se mete con chanclas luego vienen los llantos y el crujir de dientes y acaba todo terminando en una tragedia griega...

El que con niños se acuesta, se suele levantar empapadito....

Europa, 1959. La cantante Ana María Cecilia Sofia Kalogeropoulou comenzaba en Madrid su gira de conciertos. Mujer desgraciada en los afectos desde su llegada al mundo en un hospital de Nueva York en 1923, su propia madre había rechazado tomarla en sus brazos para consolar su primer llanto de recién venida al mundo con el pretexto de estar decepcionada por no tratarse de un hijo varón.

Toda su vida, hasta su muerte en 1977 contando ella 53 años de edad, fue una infructuosa búsqueda del amor. Infructuosa a pesar de haberse marcado un muy abierto abanico de posibilidades para ello. Su único marido, con el que contrajo matrimonio siendo ella muy joven, era millonario y 30 años mayor que ella (de él, años mas tarde, dijo haberle aceptado como padre). Maria Callas, que ese era el nombre artístico que había adoptado, llenó su vida de amantes, la mayoría de ellos hombres declaradamente homosexuales, los más relevantes de entre ellos, Luchino Visconti y Pier Paolo Passolini.

En el año 59, siendo ella ya una diva del bel canto, encontrándose en plena gira, se reencontró con un magnate griego de nombre Aristoteles Onassis a quien había conocido en una fiesta. Éste se empeñó en tener una aventura con la soprano y, con ocasión de un festejo "a todo trapo" organizado por él y su esposa Athina Livanos en su yate Cristina, -a la que estaban invitados personas relevantes como el matrimonio Churchill y el propietario del imperio automovilístico Fiat, Giovanni Agnielli y esposa, entre otros-, aprovechó para convidar a Maria Callas y marido.

La fiesta resultó ser, según relatan, una verdadera bacanal donde los invitados paseaban por cubierta como Dios les trajo al mundo. Y la Callas acabó, sin importarle nada ni nadie y como era previsible, en el camarote del anfitrión.

La esposa de Onassis tuvo la desagradable confirmación de la situación cuando se le ocurrió hacer un visita rutinaria a su camarote, mientras que al marido de la soprano le fueron ratificadas sus sospechas, ya una vez en tierra, reuniéndose con él la nueva pareja para comunicárselo. El entonces aun consorte de la cantante preguntó, escéptico, qué podría aportarle a María un hombre como él aparte de dinero, y halló la respuesta con la imagen que le propinó Onassis bajándose groseramente los pantalones y enseñándole los atributos que portaba debajo.

Ahí comenzó su tortuosa historia de ¿amor? Onassis la atormentó con un trato poco respetuoso y compartiendo su tiempo con otras múltiples amantes, sin llegar jamás ni a dejarla ni a proponerle matrimonio. Y dándole, finalmente, con la puerta en las narices cuando vió anunciado en la prensa que su Ari se casaba con la viuda del presidente Kennedy, Jackie.

Pero esa es una nueva historia que quizá relataré algún día...

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"No ser amado es una simple desventura: 
La verdadera desgracia es no saber amar".
Albert Camús

6 comentarios:

  1. JJEJE!!!!!
    VEO LA INSPIRACIÓN DE ESTE POST
    VOY A HACER COMO LA CALLAS. ME LÍO OCN UN HOMOSEXUAL QUE ESO SEGURO QUE TIENE MUCHO GLAMOUR.....
    ME PARTO CON ESTE POST PORQUE TIENE "DESTINATARIOS"

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  2. Ya veo que choniversia se insipira en la Callas... y no sólo con niños hay que dormir para levantarse mojado...

    ... malpensados!!! hablo de la babilla que cae al dormir.

    Larga vida y prosperidad.

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  3. A mi "la Callas" siempre me ha caído mal. Sería una cantante de primera (no lo dudo) pero me parecía superficial y caprichosa. ¿Qué esperaba de su relación con un magnate griego como Onassis? Si para él era sólo un trofeo de ricachón.

    Saludos.

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  4. Como siempre ,GENIAL

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  5. A mi madre que le gusta Callas y las historias dramaticas de amor le ha encantado leer tu post.
    Que buen redactas con el refanero popular ;)
    Un placer leerte.
    besos.

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  6. Digo yo que sabría dónde se metía y se imaginaría el desenlace... ¿o no? ¿sería tan ingenua de pensar que un elemento así iba a cambiar por ella? (jaja, un clásico por otra parte...)
    Feliz fin de semana!
    Saludos,
    E.
    PS: Menudo figura el Casildo Casanova :)

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