lunes, 26 de noviembre de 2012

EL ARTE DE LA OFENSA Y LA DEFENSA


En ésta, la "era de los máster", hay especialidades para todos los gustos y colores: Posgrado en Manejo de Marionetas (Universidad de Connecticut), Master en Ciencias Bélicas (Universidad Europea Miguel de Cervantes), Posgrado Universitario en Hipoterapia y Equitación Terapéutica (Universidad de Gerona), ...

En éste contexto, no deja de extrañar que, a pesar de este fervor actual por la maestría universitaria en los campos más insólitos, ni siquiera a las más prestigiosas y punteras universidades del panorama internacional, se les haya ocurrido impartir un máster, o siquiera una solitaria asignatura, sobre una materia tan útil y conveniente como sería la Especialización en Retórica para la Ofensa, el Agravio y las Provocaciones Varias y (más importante si cabe) Réplica Eficaz a las Susodichas.

Y es que, quien domine el delicioso arte del insulto y el denuesto sutil, nadará cual hábil y escurridiza anguila en las aguas más bravas y agresivas y sabrá salir airoso, impoluto y elegante de las situaciones potencialmente más vulgares y bajunas. Es feo insultar pero, si has de hacerlo, efectúalo con exquisito estilo y mejor educación

¿No sería, en ocasiones, un gran deleite, controlar nuestra tentación inoportuna de mandar a alguien, con una ira destemplada, a la M (gorda) y, en su lugar, saber decirle con la mayor indiferencia y garboso aplomo, como un genial Groucho, “nunca olvido una cara, pero en tu caso estaré encantado de hacer una excepción”?

Aquí, el testimonio de dos maestros:

Inglaterra, siglo XX. El gran dramaturgo irlandés George Bernard Shaw estrenaba en las tablas de Londres su afamada obra teatral "Pigmalión".

A tal evento se esperaba la asistencia de "la crème de la crème" de la sociedad londinense y parece que Mr.Shaw decidió hacer llegar  una invitación personal al insigne Sir Winston Churchill, a pesar de la enemistad que, según se dice, se profesaban. Así, con tan oportuna ocasión, aprovechó para remitirle, junto con dos entradas, una nota cuyo texto "envenenado" rezaba así:

"Tengo el honor de invitar al digno Primer Ministro al estreno de mi obra Pigmalión. Venga y traiga un amigo, si lo tiene". Firmado: George Bernard Shaw.

Sir Winston Churchill, quiso devolverle la ponzoña recibida y, haciendo gala de gran maestría, sutil ingenio y aguda ironía, le hizo llegar la siguiente nota de respuesta:
"Agradezco al ilustre escritor la honrosa invitación. Infelizmente, no podré concurrir a la primera representación. Iré a la segunda, si se realiza". Firmado: Sir Winston Churchill. 


 Así las cosas, y a falta de profesor y centro universitario que nos adiestre, tendremos que optar por la formación autodidacta. Aguzad y agudizad el ingenio, afilad la lengua y... ¡a practicar!

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!


"Quien habla mal de mi a mis espaldas, mi culo contempla" . 
 Sir Winston Churchill (1874-1965)

"Cuando alguien me ha ofendido, trato de elevar mi alma muy alto, para que la ofensa no la alcance". René Descartes.

lunes, 19 de noviembre de 2012


¿PARA QUÉ REPETIR?


¡Bendita rutina! Repetir cada día, sin necesidad de pensar, aquellas acciones que nos solucionan nuestro quehacer cotidiano. Imaginaos por un instante que, cada mañana, tuviéramos que planear el día entero, detalle a detalle, ideando novedades hasta para el mínimo pormenor, debutando cada día en centenas de actividades.  La vida sería ¡inabordable!

Como toda regla, esto tiene su excepción: siempre habrá algunas vivencias que, una vez experimentadas una primera vez ¿para qué repetirlas?

Si te lanzaste una vez a hacer puenting ¿para que tirarte una segunda ocasión?
Si viste el cometa Halley ¿querrías ser otro Matusalem, sólo para verlo otra vez?
¿Para qué volver a pagar una entrada de cine por ver de nuevo que el niño de El Sexto Sentido veía muertos porque él también estaba muerto?
¿Volver a venir al mundo para escuchar de nuevo a tu padre decir "el pobrecito, se parece a su madre..."?
Y...¿morir dos veces?....
Valladolid (España), 1802. El soldado Mariano Coronado había sido condenado por la justicia a la horca, como reo de homicidio y robo.
 Fijada la fecha para la ejecución de la pena, el verdugo asignado procedió a realizar su trabajo y ahorcó al condenado.

Como era costumbre, las monjitas de la Caridad procedieron a retirar el cuerpo del ajusticiado pero, cuando iban camino de darle sepultura, Mariano movió una mano; seguía en el mundo de los vivos.
Las religiosas, ante tan insólita e inesperada situación, se preguntaron si debían devolverlo a la justicia: ¿Deberían ahorcarlo una segunda vez?

El Tribunal estudió la cuestión y, para la fortuna del soldado Coronado, resultó ser una de esos supuestos que, una vez experimentados ¿Para qué repetir?
Condenado a la horca... ¿Se le había ahorcado? Se le había ahorcado. Pena cumplida.
 ¿Para qué repetir? ¿No estaba muerto? ¡Menuda suerte!

Como muchas historias, ésta tiene sus daños colaterales; alguien ha de "pagar el pato"y aquí, la factura, se la pasaron el verdugo, que fué procesado por impericia en su trabajo. Pero, para redondear el final feliz de esta rocambolesca historia, el juez entendió que su delicada tarea había sido efectuada con la debida diligencia y hubiera tenido el resultado deseado de no haber sido por la rapidez de los asistentes en dar por terminado el acto y bajar del cadalso al ejecutado.

Experiencias de este tipo .. ¿Para que repetir?  ¿No estáis de acuerdo?

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"No hay una segunda oportunidad para una primera impresión" . Oscar Wilde.

"Casarse por segunda vez es el triunfo de la esperanza sobre la experiencia".  Samuel Johnson.

lunes, 12 de noviembre de 2012

SERENDIPITY:UNA EXTRAÑA PALABRA CON SIGNIFICADO MÁGICO (I)



Y ¿qué es serendipity?¿Es la suerte o el destino? ¿Tú lo buscas o te encuentra? ¿Es casual o tiene causa? ¿Pura chiripa o un premio? ¿Puntería o carambola? ¡Chi lo sà!
En español aún no hay palabra. Nueva, sérendipité, en francés. En inglés, SERENDIPITY, ...algo más que lucky strike (golpe de suerte), un hallazgo beneficioso, casual e inesperado, un hallazgo afortunado, coincidencia favorable...
¿Nunca has encontrado algo mejor de lo que buscabas?  Marie Curie, Arquímedes (¡EUREKA!) y Julio Cortázar, SI.  Atiende...

París, finales de la década de los 50 del siglo XX. Horacio Oliveiras vagaba por las calles de la ciudad de la luz con el deseo de encontrarse con La Maga, la mujer que amaba, aunque cada uno deambulaba, cada día, por diferentes calles y parques de París sin que ninguno conociese, nunca, la ruta del otro. Y, no obstante, siempre acaecía el milagro del encuentro. Pero, ésta historia era sólo fruto de la fabulación literaria de Julio Cortázar, narrada con maestría en su novela "Rayuela" (1963).

Sin embargo, a veces sucede que la ficción se ve superada por la realidad.

Años más tarde, y ya en el mundo real, mientras residía en París, Julio Cortázar recibió, inesperadamente, una carta de una mujer: la mujer que le había enamorado años antes y a la que creyó no volvería a ver jamás, dado que ambos vivían en ciudades distintas y muy distantes. En la misiva, su antiguo amor le anunciaba su inminente viaje a París, donde permanecería tan sólo por unas horas, y su gran deseo de encontrarse con él. Cortázar, atormentado,  respondió al mensaje rechazando el encuentro, pues no podría soportar la angustia de una cita tan breve. Profundamente triste, melancólico y abatido salió a pasear sin rumbo ni objetivo por las calles de París. En una esquina se cruzó, por un breve instante, con una mujer.
"No sé por qué nos volvimos y nos miramos, ERA ELLA".
En medio de 9 millones de personas se habían encontrado y, además, el encuentro se había producido en un rincón de París donde él, en Rayuela, había descrito un episodio similar ocurrido entre sus personajes de ficción, La Maga y Horacio Oliveiras. Parece magia ¿no? Pues ésto es SERENDIPITY.

Y tú ¿aún no has tenido tu serendipity? Aún hay tiempo. Aguarda...  (¿o te aguarda?).

¡¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!!
"La casualidad nos da, CASI siempre, lo que nunca se nos hubiera ocurrido pedir". Alphonse de Lamartine (1790-1869)

domingo, 4 de noviembre de 2012

LOS TRAMPOSOS 

El mundo está dividido en dos grupos: el de los tramposos (de todos los tipos y colores), y el de los estrictos honrados (todos bastante parecidos). CASI todos nos resistimos a considerarnos miembros del (a priori) reprobable primer grupo pero...¡es tan fácil cruzar la delgada línea que separa uno del otro!

Si somos capaces de apropiarnos de una solitaria moneda de 10 céntimos depositada sobre una mesa, quizá lo seremos de robar en el Bank of América.  Esas pequeñas acciones, tan inocentes y veniales a nuestros ojos, ¿nos sumergen, inexorablemente, en el grupo de los tramposos? A saber:

¿Te guardaste alguna vez en el bolsillo del baby el filete de hígado para que don Anselmo, el encargado del comedor, no te lo hiciera tragar? ¿Superviviente o tramposillo?
¿Saliste de puntillas por el pasillo de un hotel para pillar media docena más de inútiles botecillos de champú del carrito del servicio de limpieza, para llevártelos a tu casa (aún a riesgo de pagarlos como sobrepeso de equipaje en el avión a precio de caviar iraní)? ¿Cutre o  tramposote?
¿Tienes la nevera repleta de bolsitas de kétchup sustraídas del Burger King en un arrebato de avaricia inexplicable (que acabarán caducadas en el cubo de basura, pues tú siempre prefieres tu bote de Heinz)? ¿Mangante o tramposete?
¿Eres de los que te lees de pié en VIPS, al principio con cierto apuro pero luego cada vez más desinhibido, la prensa diaria y las revistas, para ahorrarte unos eurillos? Fresco o Supertramposo?
Y en aquella boda, ¿fuiste capaz de cambiar las tarjetas con los nombres en la mesa, arruinándole la noche a tu pobre amigo, para evitar sentarte junto a la plúmbea vecina que te habían asignado? ¿Traidor o tramposón?

Pero sí, es cierto, los hay mucho peores que nosotros ...

Saint Louis (Missouri, EEUU), 1904. Fred Lorz, atleta estadounidense,  se disponía a correr la prueba de marathón que se disputaba dentro del marco de los Juegos Olímpicos. A pesar de sus buenas perspectivas, transcurrida parte de la competición Lorz sufrió una indisposición que le obligó, con gran disgusto, a abandonar la carrera. Fué recogido por un conductor en su coche y ambos pusieron rumbo al estadio olímpico para recoger sus enseres. Pero, llegando ya a las proximidades del estadio, el vehículo se averió y Fred, sintiéndose ya descansado, repuesto y con fuerzas renovadas, descendió del automóvil y decidió continuar a pié.

 Hasta aquí, "sin trampa ni cartón". Es sólo la historia de un desafortunado deportista obligado a abandonar.  Pero... parece que, animado por el ambiente olímpico y el entusiasmo de los espectadores allí presentes, Fred decidió, (a modo de broma según él dijo después), entrar corriendo y cruzar la línea de meta... obviamente ¡el primero! El público gritaba enardecido y coreaba su nombre, creyéndole el genuino campeón olímpico de marathón. Alice Roosevelt, hija del entonces  presidente de los Estados Unidos, le impuso, ceremoniosamente,  el galardón que lo acreditaba como ganador y la muchedumbre le aclamó como tal.

Pero... poco después se  destapó el fraude y Lorz tuvo que admitir la verdad y pidió disculpas, lo que no evitó que fuese despojado del galardón y sancionado severamente.

Queridos amigos, CASI siempre "se coge antes al mentiroso que al cojo".


¡¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!!

"¡Ay señor! Ser honesto, tal como va el mundo, es ser un hombre escogido entre diez mil".
 William Shakespeare

"Sólo hay una forma de saber si un hombre es honesto: preguntárselo. Y si responde "si", entonces sabes que está corrupto". Groucho Marx.