lunes, 27 de enero de 2014


EL AFILADOR 

Cuántas veces se pregunta usted por qué, por qué y por qué. ¿Por qué no llega su éxito?; ¿Por qué no se cumplen sus planes de vacaciones?; ¿Por qué no acaba de comprarse una casa? ¿Por qué sigue hablando inglés como Emilio Botín?;¿Por qué, a pesar de que quiere ser como Beckham, sigue siendo como Homer? ¿Por qué por más regímenes que hace, sigue estando como un barrilete? ¿Por qué no encuentra la rana o el rano adecuado (LINK)?;

Es incomprensible: usted se esfuerza mucho. Trabaja más horas que nadie; Propone planes de viajes sin parar; Se lee todos los anuncios de idealista.es. Se apunta todos los años a alguna academia de idiomas. Y al gimnasio. Ha practicado Dukan, la sopa de apio, los sobres de proteínas que se vierten en un vaso con agua y le sale un donut, el sirope de arce, incluso las alcachofas de Rociito. Nadie duda de su belleza y simpatía. Y, sin embargo, así sigue: sin éxito, ni viaje a los mares de sur, ni ático, ni entiende las canciones de los Beatles, ni le dá el resuello para subir al segundo por la escalera, ni se despide de su figura de butifarra. Y de batracio, ni asomo.
Pues, aunque a primera vista parezca raro, la explicación es sólo una:  ¿Ha pasado por el afilador?...

En algun lugar, en algún momento. Un robusto joven andaba buscando trabajo cuando cerca de un bosque se topó con una partida de leñadores que trabajaban talando con hachas árboles. Se dirigió al capataz el cual, a pesar de la inexperiencia del joven en esas lides, apreció la fortaleza del buen mozo para desarrollar una buena labor. Y lo contrató. Al día siguiente comenzó su tarea, en la montaña y pasó el día cortando árboles sin descansar obteniendo al final del día un sobresaliente resultado. La jornada siguiente volvió a la tarea con entusiasmo y dedicación pero, al hacer balance al final del día, comprobó que, a pesar de que su empeño había sido similar al del día anterior, su producción resultaba ser la mitad.
Decidido a volver a tener el éxito de la primera vez, el joven se presentó la tercera jornada con ímpetu renovado y, con todas sus fuerzas pasó el día sin descansar golpeando con su hacha los troncos de los árboles. Y, sin embargo, su resultado fue CASI nulo.

Apercibiéndose el capataz del nefasto rendimiento obtenido por el nuevo operario, se dirigió a él preguntándole:

-¿Cuándo afilaste el hacha por última vez?

A lo que el joven inexperto respondió orgulloso:

-¿Afilar el hacha? No he tenido tiempo. He estado todo el tiempo demasiado ocupado cortando árboles.

Y usted ¿ha tenido entre esfuerzo y esfuerzo un momentito para pasar por el "afilador"?

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"La oxidación por falta de uso gasta mucho más las herramientas que el propio trabajo."
Benjamin Franklin
"Si tu única herramienta es un martillo, tiendes a tratar cada problema como si fuera un clavo".
Abraham Maslow

lunes, 20 de enero de 2014

LERDITOS SEAN...


Ya lo dijo Mark Twain:  "Nunca discutas con un idiota, te rebajará a su nivel y te ganará por su experiencia". 

Dada la gran concentración de esta categoría de individuos en la población adulta, tengo la certeza de que CASI todos hemos tenido la frustrante sensación que provoca esa funesta y aciaga experiencia de tratar de dialogar, debatir o discutir con un lerdo jactancioso. Imposible, estéril e insufrible, respectivamente. Mejor seguir el ejemplo del sabio. ¡Bendito sea...!
 
Akbar (Fatehpur Sikri), India, siglos atrás. Un buen sabio apareció cierto día en esta ciudad mogol -hoy Patrimonio de la Humanidad- y comenzó a predicar y difundir por el centro de la misma sus conocimientos. Sin embargo, los ciudadanos de Akbar no supieron apreciar las enseñanzas del buen sabio e hicieron caso omiso de su prédicas. Poco a poco, los más necios se fueron envalentonando y comenzaron a hacer burla pública del hombre.

Una mañana, un grupo de ignorantes del lugar se aproximaron al docto para insultarlo e increparlo. Pero él, en lugar de huir o ignorarles, los bendijo.

El más descarado del grupo de necios se dirigió extrañado al sabio y le espetó:

- "Parece increíble pero además de todo es usted sordo. ¿No ve que le estamos gritando cosas horribles, y nos responde usted con bellas palabras?

 - "Es que cada uno, sólo puede ofrecer lo que posee" - respondió el erudito.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"Quien habla mal de mí a mis espaldas mi culo contempla".
Winston Churchill
 
"La vida es muy corta para lidiar con gente idiota".
Beta Berber
"Nadie se da cuenta de que hay alguna gente que gasta excesiva energía 
simplemente para parecer normal".
Albert Camus


lunes, 13 de enero de 2014

DIME.. ¿POR QUÉ NO LO VAMOS A INTENTAR?


♪Si los hombres han llegado hasta la luna, ♪
♫ si desde Sevilla puedo hablar con alguien que esté en Nueva York, ♪
♪si la medicina cura lo que antes era una muerte segura (...)♫
♫dime por qué no lo vamos a intentar!♪

                                                                                                                     Rafael Almarcha Pardo

Es CASI siempre así: el que más y el que menos, CASI todos tenemos esa reprobable costumbre de opinar en voz alta, a pleno pulmón y muy a la ligera sobre los planes y proyectos de los demás y, muchas veces, de tildarlos gratuitamente de descabellados. Y, sin embargo, son realmente algunos de esos planes descabellados los que han llevado la civilización hacia adelante
" -¿Qué ha vendido sus joyas y le ha dado la pasta a un "spaguetti" que no se sabe ni donde ha nacido y cuyo único mérito es poner un huevo de pie?". "-Descabellado majestad, está usted peor que las maracas del bufón" 
"-¿Qué ha inventado usted un aparato que llama teléfono y que sirve para mantener conversaciones a larga distancia?"  "-Descabellado señor Bell ¿A quién se le va a ocurrir tener uno?, está usted peor que el del banjo .”
"-¿Que quieren poner una heladería en un pueblecito de las montañas estadounidenses junto a la frontera con Canadá?". "-Descabellado, están  ustedes más locos que..."
Long Island, Nueva York. 1963. Dos jovencitos de doce años, Jerry Greenfield y Ben Cohen, se encontraban en la clase de gimnasia del Avenue Junior High School. Por mandato del profesor tenían que correr una milla en un tiempo marcado, pero ninguno de los dos recién cononcidos compañeros estaba por la labor de esforzarse demasiado. El profesor vociferó a ambos que deberían realizar una segunda vuelta de castigo y Jerry respondió que, si no había sido capaz de correr una primera milla en menos de siete minutos, difícilmente podría conseguirlo en esta segunda ocasión, ya exhausto del primer intento-. Ben quedó encantado con la respuesta y ahí comenzó su fructífera amistad.
Con los años, Jerry, cuyos intereses profesionales se decantaban hacía la medicina, fue rechazado en dos ocasiones por la Medical School (1973, 1974).
Por su parte, Ben fue despedido sucesivamente de varios empleos precarios en actividades como limpieza, venta de comida rápida, conductor de taxi, etc.
Con poco futuro cada uno por separado, decidieron unir sus fuerzas en 1977 para crear un negocio de bagels (rosquillas grandes de pan), pero lo desestimaron por el elevado coste de la maquinaria necesaria para poner en marcha el negocio.
Fue entonces cuando decidieron realizar un curso por correspondencia de la Universidad Estatal de Pensilvania, de coste 5$ de la época, que tenía po objeto la enseñanza de técnicas de  fabricación de helados. Decididos, con esta gran cualificación profesional recién adquirida, a abrir heladería propia (1978), eligieron como ubicación la ciudad de Burlington, Vermont, por tratarse de una ciudad universitaria sin establecimiento de venta de helados (¿sería quizá porqué las temperaturas medias de la ciudad durante varios meses del año fluctuaban notablemente por debajo del cero?).
 Comenzaron así su andadura empresarial fabricando unos helados con una curiosa particularidad: Dado que Ben padecía anosmia (carencia de olfato con consecuencias en el sentido del gusto) precisaba de algún que otro incentivo para disfrutar del producto decidiendo, por ello, incluir dentro de la crema grandes trozos de fruta, nueces o chocolate. A pesar de su entusiasmo, su gran descontrol financiero provocó que, dos meses después de la apertura, tuvieran que cerrar temporalmente, colocando en la puerta el siguiente cartel:
Estamos cerrados mientras comprobamos si estamos ganando dinero o no”.

Tras hacer ordenar sus cuentas, la prueba del algodón dio un resultado bastante inquietante: no habían ganado ni un centavo.

Pero su empeño e ilusión permanecían intactos y comenzaron a vender envases de una pinta de su helado, repartiendo con la furgoneta Volskwagen de Jerry. Poco a poco se fueron haciendo con el mercado por los ricos sabores y la original textura y, en poco tiempo, se produjo la explosión de éxito de su marca:
realizando pocos años después facturaciones millonarias.

(La compañia fue adquirida en el año 2000 por el gigante multinacional Unilever).

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!
 
"Si no es divertido, ¿por qué hacerlo?"
 “Si no es divertido, ¿por qué hacerlo?
Jerry Greenfield

"Elige un trabajo que te guste y nunca tendrás que volver a trabajar en tu vida".
Confuncio

"Bienaventurados los que alcanzan la cima
porque será cuesta abajo el resto del camino"
Joan Manuel Serrat



"Si no es divertido, ¿por qué hacerlo?"