lunes, 15 de diciembre de 2014


¿NO LE GUSTAN LOS LUNES?




Todos tenemos canciones "musa". Y no me estoy refiriendo ahora a la canción de nuestra vida sino a otras de lo más variopinto que, sin quererlo, provocan casi siempre sensaciones o reacciones involuntarias y espontaneas:

Eso que a algunos suscita Paquito el Chocolatero en bodas (todos a la barra libre, que en cinco minutos cierra). Cualquiera de Tina Charles o Gloria Gaynor cerca de una pista de baile (que se mueven solas las cinturas). La barbacoa, la barbacoa, que aunque se intente no se puede evitar tararearla.
O alguna otra, como ésta, que causa reacciones algo más fúnebres...

Hungría, 1933. Aquel año un pianista húngaro, Rezső Seress que contaba en aquel momento 34 años de edad, componía una canción que bautizaba con el optimista título de Vége a világnak (El mundo se acaba) y a la que, más tarde, adaptaría la letras del poema Szomorú Vasárnap, que se traduciría al inglés como Gloomy Sunday,( en español algo así como Domingo Sombrío), del escritor Lászlo Jávor. 

La canción relataba una patética historia de amor en la que una mujer se suicidaba y su amante pretendía seguir el mismo destino para poder coincidir con ella en el más allá. 

En aquellos años, Hungría atravesaba un periodo de su historia cargado de intolerancia y oscuridad. 
En el año 36, la revista TIME publicó contenidos relativos a un alza en el número de suicidios producidos en Hungría y relacionaba los mismos con la pieza musical que nos ocupa. Concretaba los datos estadísticos narrando que un zapatero de Budapest se había quitado la vida, dejando un mensaje citando algunos versos de la cancioncilla de marras y añadía, incluso, que habían sido hallados varios cadáveres de suicidas en el Danubio que portaban la partitura de la melodía.

La canción triunfó en Europa y Estados Unidos versionada por la diva del Jazz Billy Holiday (1941) y desde un principio fue apodada como "la canción húngara del suicidio".
La leyenda fue ganando terreno a la realidad y pronto emisoras de radio, clubes, ..., comenzaron a prohibir su reproducción por miedo a las fatídicas consecuencias que podría producir su audición.

En 1941 la propia BBC eliminó de sus programaciones la posibilidad de emitir el tema, manteniendo la "cuarentena" durante algo más de 60 años, (hasta 2002), cuarentena que no fue evitada ni siquiera por las versiones que de ella hicieron diferentes intérpretes de éxito (Elvis Costello, Sinead O'Connor, Björk, Ray Charles, Serge Gainsbourg..), 

Como no podía ser de otra manera, y para demostrar incierto el refrán de que en casa del herrero el cuchillo es de palo, en 1968, el señor Seress falleció víctima de suicidio, ejecutado en circunstancias realmente dramáticas y con ciertos detalles "gore"que, por respeto al lector aquí se omiten.

The New York Times publicó el siguiente obituario:

"...El señor Seress se quejaba de que el éxito de "Gloomy Sunday" en realidad aumentó su infelicilidad, porque sabía que jamás sería capaz de escribir un segundo éxito..."



¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"Hay dos tipos de música: buena y mala. Me gustan ambas".
Duke Ellington
"Lo desconcertaba la idea de que hubiera alguien a quien no le interesara la música. 
Era lo mismo que no estar interesado en ser feliz."
Joe Hill



P.S. Variados son los estudios científicos y paracientíficos que han analizado diversas obras, incluida esta canción, con un supuesto efecto suicidogénico (el propio Werther de Goethe, que da nombre al efecto Werther). Como dato baste mencionar que uno de estos estudios concluyó que nuestra morbosa canción, versionada décadas después de su composición añadiendósele otra estrofa en la que se manifestaba que "el lunes es peor que el domingo", parece que desencadenó un grave episodio a tiro limpio en un colegio de mi adorado San Diego (California), luctuoso hecho que serviría de inspiración al conocido y pegadizo tema I don't like mondays  - No me gustan los lunes- (The Boomtown Rats).

lunes, 1 de diciembre de 2014

NO SE COBRAN LOS ENCARGOS



La venganza es un plato que se sirve frío; dicen. El problema es para aquellos a quien satisface mucho más un cocido calentito en mitad del fragor de la batalla que un gazpacho recién sacado de la nevera mucho tiempo después.

A cada cerdo le llega su San Martín; dicen. Pero hasta que llega el Santo, hay quien se cansa de esperar viendo al gran cerdo -y los cerditos que surgieron a su alrededor con la esperanza de conseguir  migas de bellota- campar a sus anchas por la dehesa extremeña, come que te come las ricas bellotas (los cerdos apenas saben hacer otra cosa). Y al final, tras San Martín, ¿quien se comerá los jamones? Pues un afortunado que no pagó para alimentar al gocho pero aquel 11 de noviembre pasaba oportunamente por allí.

Puercos y Juditas,  todos conocerán alguno...

No se apuren, cada paso que da el zorro le acerca más a la peletería.

Península Ibérica. siglo II A.C. Según relatan historiadores romanos como Diodoro de Sicilia y Apiano, existió en Hispania -cuando Hispania sólo era Hispania y no existían ni España ni Portugal- un pastor de nombre Viriato, después reconducido en caudillo de las guerrillas antiromanas, entregado en cuerpo y alma  a combatir la expansión del Imperio Romano por territorio de la Península. El pretor romano Marco Atilio Serrano había firmado con los lusitanos un tratado de paz, tras el cual los lusitanos se habían rebelado. Acudieron, tiempo después, a templar gaitas ante el Pretor Galba, sucesor del anterior, quien ladinamente les prometió la entrega de tierras pero pronto mató a miles de ellos, envió al resto a las Galias como esclavos y sólo pudieron escapar un pequeño puñado (alrededor de 1000), entre ellos Viriato, que dedicaron el resto de sus vidas a combatir a Roma.

Bravo y temido adversario de las legiones romanas, se referían a él los romanos como el Dux del ejercito lusitano, como Imperator de las tribus celtíberas y lusitanas y gran protector de la Hispania.
Guerreando durante años contra las huestes romanas fue ganando fama, prestigio y terreno. Numerosísimas fueron las victorias militares que les infligió y, poco a poco, sería considerado el terror de Roma que enviaría a sus mejores generales, gran número de tropas e incluso diez elefantes a luchar a Hispania por su causa.
Cuenta la historia, o la leyenda, que el último de estos generales (año 139 - 138 a.c.), el pretor Quinto Servilio Cepión, recibió un día a tres embajadores de Viriato, los ursonenses Audax, Vitalcos y Minuros. Al parecer, en aquella reunión Cepión les prometió "el oro y el moro", a cambio de librarle de la incomoda presencia de Viriato. Parece ser que, al volver a su campamento tras la reunión, durmiendo ya Viriato como siempre con su armadura puesta, vilmente lo asesinaron apuñalándole, cobardes, en su cuello.
Como ratas retornaron al campamento romano a recibir su recompensa más Quinto Servilio Cepión se la negó, alegando únicamente: "Roma traditoribus non praemiat" es decir "Roma no paga a traidores".
El funeral del gran líder y guerrero carismático se dilató durante varios días. Su cadáver fue incinerado. Se realizaron cientos de ceremonias entre sus soldados y, según cuentan algunos, su tumba se halla sobre el Tormo Alto, una figura de piedra caliza ubicada en la ciudad encantada de Cuenca.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"Es fácil esquivar la lanza, mas no el puñal oculto"
Proverbio chino

"Con ciertas personas vale más ser traicionado que desconfiar"
Arthur Schopenhauer


P.S. Casilda se ha animado a recordar una historia que, no por muy conocida, deja ser siempre interesante, bella y actual. No hay que dejar pasar las oportunidades de recordar emocionantes pasajes de la historia, siempre tan aplicables a nuestra vida diaria.

lunes, 17 de noviembre de 2014

OPERACIÓN ca - QUITA

"Líbreme Dios de las aguas mansas, que de las bravas me libro yo"... Buena advertencia a tener en cuenta. Que en ocasiones estamos muy pendientes de esos enemigos declarados, cuyas maldades ya conocemos y esperamos y por ello nos es fácil esquivar y, en cambio, nos olvidamos de la gran amenaza que suponen esos aparentemente tiernos que nos miran con ojos de corderito pero escondidito tienen un tridente con las puntas más afiladas que las del propio lucifer.

Quien les iba a decir a unos aguerridos marineros de las Segunda Guerra Mundial que el peligro mayor no les vendría del enemigo Aliado sino de sus propias instalaciones dedicadas a esos minutos de solaz e íntimo desahogo...

14 de junio de 1945, costa escocesa. Con la Segunda Guerra Mundial ya muy avanzada, el submarino nazi U-1206 navegaba de incógnito, recién estrenado, a una profundidad de 60 metros (200 pies) dada su cercanía a la costa británica, con la aviesa intención de localizar y mandar al garete barcos Aliados.
Se trataba del primer modelo de submarino alemán que contaba con un sistema de sanitarios de alta presión que permitía por primera vez a los germanos poder usar el inodoro a grandes profundidades, incluyendo en la operación lo que podríamos dar en llamar "tirar de la cadena". Hasta entonces, los obsoletos sistemas de los retretes de los submarinos teutones, a diferencia de los británicos y norteamericanos más modernos ellos, vertían directamente los nocivos contenidos a las límpidas aguas oceánicas por lo que, a partir de ciertos metros de inmersión, dicho vaciado era imposible a causa de las altas presiones, ocasiones en las cuales los que sufrían una urgencia habían de evacuar en cubitos, cubos, latas de conserva...
Lo intrincado y complicado del diseño obligaba a facilitar a los usuarios de la instalación un manual de instrucciones al efecto y a incluir entre la tripulación del submarino a un técnico especialista que era el único capaz de realizar el "flush" tras el alivio de cada marinero u oficial.

Las instalaciones del batiscafo estaban diseñadas con un cierto desequilibrio para la cobertura de las diversas necesidades humanas y sólo contaba con dos compartimentos con inodoro para dar servicio alrededor de una cincuentena de tripulantes.

El día de autos, el capitán Karl Adolf Schlitt (nunca se ha sabido si a causa de saber al enemigo tan cerca) sintió una compulsión que le hizo acudir corriendo al excusado. Finalizada su "evacuante misión", osó tratar de realizar el vaciado por si mismo de lo recién producido, siguiendo él solo las instrucciones del manual sin contar con la recomendada ayuda del especialista. Pero aquello parecía no funcionar y, cuando el técnico apareció para intervenir en tan necesario vaciado, abrió la válvula de escape marino antes de cerrar la de bloqueo interno, lo que produjo la inmediata anegación uno tras otro de los compartimentos. El agua marina, en contacto con las baterías, provocó la emanación de gases altamente tóxicos, incluso más que los del propio excusado.

El capitán hubo de ordenar la inmediata subida a superficie. Sin mucha dilación, los británicos apresaron a la tripulación de aquel submarino que pasó a la historia por ser la única nave de guerra en haber naufragado y ser abatida por no saber tirar adecuadamente de la cadena su oficial al mando.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

El supremo arte de la guerra es doblegar al enemigo sin luchar
Sun Tzu. Escritor Chino

lunes, 3 de noviembre de 2014

LOVE IS A GAME (II)

VENDETTA

Pequeña queda, comparada con ésta, la mismísima de Don Mendo. La venganza más mortífera y cruel no es la de Kill Bill ni la del Conde de Montecristo ni la del Cabo del Miedo (..."abogaadoo..."). No hay venganza más cruenta que la de una ex-novia, o ex-novio, engañados y despechados:

  • Con tendencias quirúrgicas, como Lorena Bobbit (¿recuerdan? aquella que, cuchillo en mano, aligeró de atributos a su ex-novio?). 
  • Con tendencias artísticas, como el tatuador Ryan Fitzgerald, que convenció sibilinamente a su novia para tatuar en su espalda un personaje de la saga Narnia, para terminar con un gigante excremento rodeado de moscas indeleble impreso en su piel (ella no sabía que él estaba al tanto del desliz cometido por ella, con un común amigo)
  • Con tendencias nigrománticas, como esta condesa....

España, 23 de Enero 1878. El romántico noviazgo del joven rey Alfonso XII (21 años) y su prima hermana, la sevillana María de las Mercedes de Orleans (17 años), -a pesar de la oposición de la madre del rey que no quería ver a la hija de su hermana convertida en su nuera y reina de España-, culminaba ese día en la basílica de Atocha de Madrid en una pomposa boda.

Semanas antes, habían recibido como regalo de bodas uno que se revelaría como el más emponzoñado de los presentes. Por poner en antecedentes, contaré que tres años antes, Alfonso, a sus tiernos 17 años, parece que había entablado una relación con una cortesana europea, apodada por su gran belleza "La perla de Italia", de nombre real Virginia Oldoini, condesa de Castiglione, ex-amante que había sido del emperador Napoleón III de Francia y que, al momento de su relación con el Rey, rondaba ya la cuarentena. Parece ser que la Oldoini se había sentido profundamente despechada al haber sido abandonada por el post-adolescente rey Alfonso, enamorado de su prima hermana. Por ello, según cuentan, envió como regalo de bodas al rey y a su prima un espectacular anillo montado en oro y en él engarzado un hipnotizante ópalo al que, previamente, la Castiglione había ligado una maldición.

La reina Mercedes se encandiló con el anillo y lo lució en todas cuantas ocasiones pudo. Cinco meses después, recién llegada a la edad de 18 años, la joven reina de España falleció, según las fuentes más numerosas víctima de tifus.

Perecida la reina, el inconsolable Alfonso XII regaló el anillo a su abuela (la reina Madre María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, viuda de Fernando VII) ) la cual, dos meses después, falleció también.

El anillo pasó entonces al joyero de la princesa María Cristina Francisca de Orleans, hermana de la fallecida María de las Mercedes, que parecía iba a sustituir a su difunta hermana como nueva esposa del rey. Pero meses después falleció también de tuberculosis.

Trasladose después el anillo a manos de la hermana menor de Alfonso XII, la infanta María del Pilar. Pero poco tiempo habría de lucirlo pues, pocos meses mas tarde, en pleno veraneo guipuzcoano, moría también.

Después de tanta muerte prematura acumulada, Alfonso XII recuperó la joya para sí. Y comenzó a lucirla también por poco tiempo pues, pocos años después, fallecería también él, en Noviembre de 1885, víctima de la tuberculosis.

En esos últimos años había contraído matrimonio con María Cristina de Austria que, en el momento de fallecer el rey, estaba encinta del que sería futuro rey Alfonso XIII.

María Cristina no dudó en deshacerse del mortífero anillo y, tras hacerlo bendecir, fue readaptado en colgante y entregado en ofrenda a Nuestra Señora de la Almudena.

Hoy en día la joya, si es que de verdad alguna vez existió, anda en paradero desconocido.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"En la venganza, como en el amor, la mujer es más bárbara que el hombre".
Friedrich Nietzsch
"Dulce es la venganza, sobretodo para las mujeres".
Lord Byron
"Antes de empezar un viaje de venganza cava dos tumbas".
Confucio

lunes, 27 de octubre de 2014

 

GUERRA Y PAZ

Es vital ser selectivo en las propias batallas: a veces es mejor tener paz que tener razón. Y es que ya lo dijo Voltaire: "Es peligroso tener razón cuando los que mandan están equivocados". ¡Cuanta razón tenía!
  
Florencia. (República de Florencia), primeros años del siglo XVI . A punto de cumplir la treintena, el escultor, pintor, arquitecto, y poeta italiano, un perfecto hombre del renacimiento, Miguel Ángel Buonarroti daba los últimos toques a la gran obra que por aquel entonces polarizaba la mayor parte de su actividad artística: la estatua del rey David, encargo que le había sido comisionado en 1501con el objetivo de ser colocada en los contrafuertes externos de la catedral de Santa María del Fiore. La empresa había sido ya intentada dos veces, por Agostino di Ducchio (1463) y Bernardo Rossellino (1476) pero el enorme bloque de mármol blanco, extraído de las canteras de Carrara,  destinado a la gran obra era frágil, de escasa calidad, con numerosas hendiduras y macas y presentaba una configuración y volumen difícil de trabajar por su excesiva altura y estrechez aparentemente insuficiente para desarrollar una figura antropomorfa.

Desarrollando su arte durante cuatro años de largas horas de trabajos reservados y ocultos a la mirada de los curiosos florentinos deseosos de ver el desenlace de tan delicado y arriesgado trabajo, Miguel Ángel había logrado lo que ninguno antes: había esculpido la más espectacular, obra maestra de la escultura mundial, uno de los emblemas del Renacimiento símbolo de Florencia y de Italia en el mundo.

Meses antes de terminado el David (1504), el Papa Alejandro VI, tan curioso de observar de cerca la magna obra como el resto de los mortales, se acercó al lugar de trabajo de Miguel Ángel y con la intención de hacer notar su supremacía a un en el campo artístico indicó con autoridad al artista que el apéndice nasal resultaba desproporcionado, excesivamente grande.

Miguel Angel, haciendo gala de un autocontrol inhabitual en él y conteniendo la fiera interna, trepó al andamio, se hizo disimuladamente con un puñadito de polvo de mármol e hizo parecer que retallaba la nariz del David.

El Papa salió de allí burlado pero contento y Miguel Ángel mantuvo su escultura a su entera voluntad.
¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

A la mayoría de las personas prefiero darles la razón rápidamente 
antes que escucharlas.
Montesquieu 

Donde hay poca justicia es un peligro tener razón.
Francisco De Quevedo

lunes, 20 de octubre de 2014

UN BURRO EN LA "BUCHINGUER"


Parece ser que en Andalucía, cuando una heredad es tan profundamente yerma, infecunda y pobre que no  se espera obtener de ella ni fruto ni disfrute, lo expresan diciendo que sólo sirve para revolcadero de un burro.

Pero no lo infravaloren; un burro revolcándose puede acabar llevando a descubrir el remedio a los males de muchos...


El Grove (Pontevedra, España), 1889.  La novelista, ensayista y además periodista, iniciadora del naturalismo en España, Emilia Pardo-Bazán escribía artículos en el boletín "La Ilustración Artística".  En uno de ellos, con motivo de la apertura durante aquellos días de un balneario en una pequeña isla de la ria de Arosa, narraba, -como lo hacía la leyenda-, la curiosa circunstancia que llevó a un lugareño a descubrir las propiedades medicinales de las aguas de las fuentes termales que en la isla brotaban.

Cuenta la leyenda que un hombre de la zona profesaba un gran cariño por un burro de su propiedad que, sin embargo y a pesar de los cuidados de su amo, no conseguía curar las múltiples heridas que invadían su piel a consecuencia de una dolencia similar a la tiña.

El hombre, no queriendo sacrificar a su jumento, decidió soltarlo a su libre albedrío en una isla cercana de gran belleza en la que por aquel entonces no pisaba un solo alma humana, para dejar así que fuera la naturaleza la que decidiese el curso de los acontecimientos vitales del animalillo.

Tiempo después, quiso asomarse por allí para conocer el destino que había sufrido su apreciado asno. Al principio quedó extrañado cuando vió al animal rebozándose en unos lodos de agua muy caliente, pero su sorpresa e inmediata alegría fueron grandes cuando sus ojos advirtieron que el borrico se erguía lleno de vitalidad y sin rastro alguno de sus antiguas laceraciones.

Fue así como se descubrieron las fuentes de agua termal de la isla y sus magnificas propiedades curativas que llevaron a convertir a la ínsula, años después, en uno de los balnearios europeos (junto con Vichy -en Francia- y los de Marienbad -Centro Europa-) de mayor fama y renombre.

Y todo esto ocurrió, como seguro ya han adivinado, en la fascinante isla de la Toja.

Pd. Para facilitar el acceso de los visitantes se construyó en 1911 un puente que, con sus 400 metros de longitud, fue durante años considerado uno de los más largos de Europa


¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"El arte de la medicina constiste en entretener al paciente
mientras la Naturaleza cura la enfermedad"
Voltaire

lunes, 13 de octubre de 2014

BEAU-NITO

¿Cual es la esencia de la elegancia?
 Quizá como el cariño verdadero: ni se compra ni se vende. Tal vez como unos jazmines en el ojal: indiferentes a si se estilan o no y a, pesar de su sencillez, siempre despertando admiración. Una cuestión de actitud. Así entona Sting...
Modesty, propriety, can lead to notoriety
You could end up as the only one
Gentleness, sobriety are rare in this society
At night a candle's brighter than the sun
(Englishman in New York)
La modestia, la corrección, pueden llevar a la notoriedad / Podrías terminar siendo el no va más/ La gentileza, la sobriedad son escasas en esta sociedad/ De noche una vela brilla más que el sol 
(Un inglés en Nueva York)

En estas cuestiones, algunos británicos, .... 
Londres (Gran Bretaña), postrera década del siglo XVIII y primeras del XIX. George Bryan Brummell, nieto de un tendero de la parroquia de Saint James e hijo del secretario de un noble después venido a más -a mucho más-, fue enviado, con doce años,  al ilustre colegio Eton donde fue resultando una figura cada vez más popular y donde conoció al que llegaría a ser rey Jorge IV. Desde su más tierna infancia George mostró un interés más que normal por la moda, especialmente en lo que a su personal emperifollamiento diario respectaba.

Años después estudió en Oxford, donde afiló su ingenio y su lengua y donde comenzó a forjarse el germen de la futura celebrity que, con el tiempo, llegaría a ser . 

Regresó a Londres y, con la inestimable ayuda de la engrosada herencia de su padre percibida a los 21 años, comenzó, con el apoyo del entonces Príncipe de Gales, esa peculiar trayectoria que le llevaría a la fama: la del dandy más famosos de todos los tiempos - con permiso de Arturo (Fernández)-. Por supuesto, nunca trabajó pues ser dandy constituía una ocupación a tiempo completo. 

Nobles, hombres acaudalados y las mas bellas mujeres, todos sucumbían ante sus arbitrajes de moda. Sólo era elegante aquello que él así lo estimaba y vergonzante podía ser la situación de aquel que tuviera la desgracia de vestir indumentaria que ofendiera su buen gusto.  Rompió la establecida costumbre de la aristocracia masculina de la época de vestir con pomposas pelucas, voluminosos y abullonados pololos y tacones altos.
Su estilo de vida se resumía en una curiosa dicotomía:

  •  por un lado, su máxima de distinción y elegancia indumentaria era la sobriedad, la sencillez y la discreción como norma -conspicuously unconspicuous- (no en vano puso de moda trajes de pantalón largo, de cortes simples, buena fabrica y confección, acompañados de perfectas camisas blancas y corbatas de nudo impecable, indumentaria que ha llegado a nuestros días, considerándose por ello el creador del traje de hombre tal como hoy lo conocemos);
  •  Por otro lado, sin embargo, pasaba cinco horas diarias empeñado en la tarea de vestirse y acicalarse impecablemente. Tal era el espectáculo que al mismo asistían, habitualmente, otros desfaenado como él, entre ellos su allegado, el Príncipe de Gales, Prinny para los amigos. Por relatar algún detalle contaré que el punto álgido de la ceremonia lo constituía el momento de anudarse la corbata. Si a la primera el nudo no resultaba de todo angulo perfecto, Beau Brummell (el bello Brummell, pronúnciese Bo Brummell), que así lo llamaban por aquellas alturas, desechaba la corbata sin perdón y retornaba a la tarea con una nueva. Hasta veinte llegó a desechar alguna ardua jornada. Agotado acabaría.

El declive llegó de la mano de la soberbia y del exceso de confianza. Por aquel entonces, desairar al monarca era deporte de alto riesgo y él se arriesgó demasiado. En cierta ocasión Brummell, con mucho descaro, le dijo a su amigo, - ya rey Jorge IV-, que llamase a un lacayo. El rey, probablemente saturado por el compadreo, llamó al lacayo pero para darle las siguientes instrucciones:

-"Acompañe al señor Brummell a la puerta, que se va."

Con su fortuna absolutamente dilapidada en ropa y complementos (se calcula que derrochó más de un millón de libras de la época) -y eso que no existía la compra online-  y caído en desgracia con el Rey, pronto se encontró en la mas absoluta miseria, que durante algunos años, escasos amigos trataron de mitigar. Se trasladó a vivir a Calais (Francia), donde sobrevivía entre sablazos económicos a sus compatriotas y caridad de los sastres. Los acreedores aguardaban a su puerta, por lo que sólo podía salir de su morada con cierta tranquilidad durante la noche. Pasó alguna temporada en la cárcel por deudas. Por esas alturas, Beau había dejado ya de cuidar su escaparate y se mostraba con aspecto abandonado. Finalmente murió, ya demente, en el asilo de caridad pública Bon Saveur en Caen.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!


"Si alguien se vuelve para mirar tu traje, es que no va bien vestido, o vas demasiado rígido, o demasiado apretado o demasiado a la moda"

Beau Brummell

"Tener éxito con las mujeres es fácil: trato a las verduleras como duquesas y a las duquesas como verduleras, y me va tan ricamente".
Beau Brummell

lunes, 6 de octubre de 2014


AMIENEMIGOS 


¿Quién no ha visto alguna vez su vida invadida por un algo, -o un alguien-, intruso, desagradable, aguafiestas, molesto y hasta deleznable, que se aposenta en su horizonte y en su quehacer cotidiano, impuesto, sin opción?

La moto de tu vecino, que arranca todos los sábados a las siete de la mañana; el edificio de enfrente, que te impide ver la luna; los bares nocturnos de tu calle, atestados de mangurrianes; vecinos, parentela variada; los amigos de mis amigos (los que no son mis amigos); algún colega de armas, de lunes a viernes en horario laboral...

Nuestro más torpe remedio frente a esto suele ser salir corriendo, mantenernos alejados (cuando se puede) o quitarnos de en medio, pero a veces, la mejor solución está más cerca del objeto de nuestro desagrado...

París, 1887. La Ville Lúmière se preparaba para la Exposición Universal, -de la que sería anfitriona dos años más tarde-, mediante la construcción de más de 80 edificios de los que, indudablemente, el más conspicuo prometía ser el encomendado al estudio de ingeniería de monsieur Gustave Eiffel. 

Por aquellas épocas, las Exposiciones Universales constituían una oportunidad para los gobernantes del país celebrante de demostrar su potencia industrial y, consecuentemente, su superioridad sobre otras potencias. Así, los ingenieros asignados a la realización del proyecto - Emile Nouguier y Maurice Koechlin- planearon en esta línea la construcción de una gran torre metálica de 300 metros de altura.

Sin embargo, las figuras más destacadas de las artes y la cultura parisina del momento observaban con horror lo que consideraban un gran adefesio que afeaba de forma abominable el perfil de su querida bella ciudad.

Compositores como Gounod, pintores como Missonier, arquitectos como Garnier (diseñador de la Ópera de París), y escritores como Alexandre Dumas hijo, firmaron un encarnizado manifiesto en contra de la construcción de la Torre, que se denominó Protesta de los Artistas;

".... Pues la Torre Eiffel, que ni la misma y comercial América querría, es, no lo duden, la deshonra de París. Todos lo sienten, todos lo dicen, todos se afligen profundamente, y no somos más que un débil eco de la opinión universal, tan legítimamente alarmada. Por último, cuando los extranjeros vengan a visitar nuestra Exposición, exclamarán sorprendidos: ‘¿Cómo? ¿Éste es el horror que los franceses han encontrado para darnos una idea del gusto del que tanto presumen?’ Tendrán razón si se burlan de nosotros, porque el París de los góticos sublimes, el París de Puget, de Germain Pilon, de Jean Goujon, de Barye, etc., se habrá convertido en el París del Señor Eiffel.”

Pero, de entre todos los firmantes, destacaba la actitud de uno de ellos: el escritor Guy de Maupassant que aborrecía en grado superlativo la controvertida torre metálica. Sentía verdadera alergia con la visión de la misma e, incluso, hacía mención de su sentimiento de abominación en sus obras literarias:

Me fui de París, e incluso de Francia, porque la torre Eiffel terminó fastidiándome mucho. No es sólo que uno la viera desde cualquier lado, sino que se la encontraba por todas partes [...], cual pesadilla inevitable”. (El viajero errante)

Sin embargo, paradójicamente, una vez abierta la Torre al público, Maupassant desayunaba o almorzaba habitualmente en el restaurante de la misma, circunstancia que causaba notable extrañeza en los que le conocían y se apercibìan del hecho. No obstante, lo que parecía una contradicción realmente no lo era y tenía una inteligente explicación. En cierta ocasión alguien se atrevió a preguntar a Maupassant el motivo por el cual  era capaz de manducar habitualmente en ese lugar que tanto denostaba. Su impecable respuesta fue la siguiente: 

"Monsieur, es el único sitio de París desde donde no se ve la Torre".



¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"Si no puedes con tu enemigo, únete a él"


Sun Tzu ("El arte de la guerra")

"No hay objeto tan bello que en determinadas condiciones no parezca feo"
"La belleza tiene un limite, la fealdad no".
Anónimo
Si no puedes con tu enemigo, únete a él
Sun Tzu (El arte de la guerra)

Pd. Es de destacar el hecho de que el color amarronado que actualmente luce la Torre no es el que vestía inicialmente. Los primeros años era de un color amarillo dorado y, más tarde, fue repintada de un tono rojo ladrillo. Desde su creación la Torre ha sido pintada dieciocho veces.

lunes, 29 de septiembre de 2014

¡VENTE PA' HISPANIA, CAESAR!


CASI sin saberlo, y ya desde pequeños, estamos abocados a ello. La familia espera expectante que pronunciemos nuestras primeras palabras, que demos nuestros primeros pasos y que cumplamos, sin demora, los tres años para disfrutar de nuestros primeros días de colegio.
Es entonces, cuando nosotros tomamos el testigo de esa carrera y queremos que vuelen los días de curso para llegar a las vacaciones estivales; que pasen los años de primaria para llegar a los de bachiller; cumplir los dieciocho para tirarnos el farol con nuestros padres de que, si queremos, nos vamos de casa (no les caerá esa breva) y para comenzar, por fin, la  etapa de universidad. Y recién comenzada ésta, empezamos a desear sin tardar que acabe pronto, para tener dinero; y cuando éste llega, porque por fin hemos conseguido un trabajo, deseamos que las jornadas laborales fluyan corriendo, porque ahora lo que escasea es el tiempo libre y, de nuevo, no vemos el momento de que lleguen las ansiadas vacaciones y así, sin darnos cuenta, nos encontramos deseando que por fin llegue ello: la anhelada jubilación. 

Toda una vida de prisas para terminar ... en Benidorm.

Hispania, año 25 a.C. CASI dos siglos ya llevaban los romanos y sus legiones paseando gozosos por tierras de la hasta entonces llamada Iberia. En un principio no llegaron para quedarse, pero parece que estos parajes les resultaron más que agradables y aquí se aposentaron por larga temporada.

Y dicen que la experiencia es un grado y que los años aumentan la sabiduría. Y debe ser cierto: al igual que en nuestros tiempos, europeos provectos y ya entraditos en días hacen joviales sus maletas y se vienen para Benidorm y sus generosos centros de la Seguridad Social, asimismo, -mutatis mutandi-, los legionarios romanos ya cercanos a una edad respetable y cansaditos de guerrear, preparaban sus vidulus (los petates de la época) y emigraban para Hispania.

Y concretando más, al igual que Torrevieja y Benidorm constituyen los destinos ideales de  los añosos visitantes de hoy en día, también en el tercer decenio antes de Cristo y sucesivos hubo un centro neurálgico vacacional objetivo de peregrinaje de extranjeros mayorcetes que impuso moda y se constituyó en el lugar elegido para disfrutar del bien merecido descanso de todo jubilado y retirado de la época que se preciase.

Los legionarios retirados de las legiones romanas, -especialmente de las gloriosas X Gémina y V Alaudae-, recibían como premio por sus servicios, al licenciarse, terrenos para asentarse en dicho centro vacacional tan en boga.

Con tanto acaudalado jubilado pleno de tiempo libre por la zona, el lugar fue ganando fama como centro cultural y artístico y. en él, pronto se construyeron villas, casas, acueducto, circo  y hasta un fabuloso teatro.

Dicha colonia tan de moda había de ser bautizada con un nombre que hiciera justicia y mención a todos aquellos jubilosos jubilados que hasta allí habían peregrinado para pasar, dulce y agradablemente, sus últimos y placenteros años. Pero también, había de llevar el sello del César, -que para eso lo era y la modestia no era uno de sus atributos-. Augusta fue, por ello, la mitad de su nombre y el resto no podía ser otro que "de los retirados", que por aquel entonces y en latín se llamaban emeritos. Emerita Augusta o Augusta Emerita, como corrigen los que dicen entender de esto.

Mérida para todos nosotros a día de hoy. Esplendida Mérida de curioso origen fundacional.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"Se viaja, no para buscar el destino sino para huir de donde se parte".
Miguel de Unamuno

"Todos deseamos llegar a viejos y todos negamos que hayamos llegado".
Quevedo

lunes, 15 de septiembre de 2014

FAMA VACUNA


¿Dónde radica la razón de la popularidad? ¿Quién decide quién reúne méritos para pasar a la HISTORIA con mayúsculas y quién debe quedar relegado a segundos o terceros planos? Para mi es un enigma y, por más que le doy vueltas, encuentro con gran facilidad petimetres en letras doradas y, con mucho esfuerzo, grandes personas relegadas a la letra más pequeña de la tipografía más ilegible.

Además de bañarse en leche de burra y tener relaciones con todo el que se le antojaba, empezando por su hermano ¿tiene Cleopatra méritos suficientes para ser la más popular de la historia de Egipto?

Además de haber perdido literalmente la cabeza por Enrique VIII ¿porta Ana Bolena algún valor especial para ser la más mencionada de las históricas esposas reales británicas?

Y, sin embargo, a grandes hombres de la Historia les ponen una calle en su pueblo y gracias.

¿Conocen al doctor Balmis? ¡Pues deberían!


Imperio Español, albores del siglo XIX. Después de haber asolado Europa, la viruela se propagó por el continente americano, causando estragos en una población altamente vulnerable a un virus con el que anteriormente no había tenido contacto ninguno.
Por estas fechas era cirujano honorífico de la corte de Carlos IV el doctor Francisco Javier Balmis y Berenguer (Alicante, 1753-Madrid, 1819). El doctor Balmis había trabajado durante años en hospitales mejicanos y conocía bien los problemas sanitarios y epidémicos de los territorios españoles de ultramar.
Hombre de carácter enérgico, espíritu profundamente filantrópico y fino olfato científico, se propuso en 1802 hacer llegar la recién descubierta -por Edward Jenner- vacuna de la viruela a poblaciones americanas y asiáticas. Para ello, convenció al rey español Carlos IV de financiar la expedición destinada al efecto. El rey fue sensible a la petición, dado que varios miembros de la familia real se habían visto afectados por la terrible enfermedad.
 
La llamada Real Expedición Marítima de la Vacuna partía de La Coruña en Noviembre de 1803 rumbo a América. Sería la primera expedición que llegaría con las vacunas aptas y eficaces para ejercer su función. Los ingleses habían intentado anteriormente enviar vacunas a América pero, dado que entonces no existían medios de refrigeración, las vacunas nunca habían conseguido llegar vivas. El gran ingenio de Balmis, junto a otros médicos de la Corte, había ideado la forma de hacerlas llegar mediante su inoculación paulatina en varios niños expósitos miembros de la expedición, que no habían estado expuestos anteriormente a la enfermedad. De esta manera, que hoy estaría mal vista y probablemente sería ilegal, el doctor Balmis logró salvar de una muerte segura a cientos de miles de personas (los ingleses años más tarde tuvieron que rendirse, dejar de investigar y usar el sistema de Balmis).
Las cinco naves, buques de guerra, llegaron a Puerto Rico en Mayo de 1804 y comenzaron las vacunaciones. Para abarcar la mayor cantidad de población posible, visitaron varios países de sudamérica, llegando incluso a Filipinas,  creando puntos de vacunación donde dejaron organizadas pautas y material necesario. El doctor Balmis no sólo dedicó a esta gran aventura solidaria parte de su vida y todos sus esfuerzos sino que aportó, asímismo, sumas de su patrimonio personal para conseguir llegar a lugares remotos de los Andes y para obsequiar a los niños.
La campaña tuvo gran recompensa: las vacunaciones se realizaron con éxito y la incidencia de la enfermedad remitió. La de Balmis fue la primera campaña masiva de vacunación de la historia de la medicina. Además creó la primera infraestructura sanitaria en los países americanos.

Ésta ha sido una de las mayores proezas médicas de la crónica española y una de las páginas más limpias, humanas y de más auténtica civilización de la presencia española en ultramar y Balmis uno de los mayores filántropos que en la historia ha habido.
El propio Jenner, descubridor de la vacuna, dijo del Doctor Balmis: "No me imagino que en los anales de la historia haya un ejemplo de filantropía  tan noble y tan extenso como éste".

* En 1980 la OMS declaró la viruela enfermedad erradicada.
¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces,
pero no hemos aprendido el arte de vivir junto, como hermanos.
Martin Luther King
Llevadera es la labor cuando muchos comparten la fatiga
Homero
* Esta semana Casilda tiene el gran placer de participar con esta publicación en el concurso II Premios al Voluntariado Universitario convocado por la Fundación de la Mutua Madrileña y que pretende inspirar a los jóvenes a mejorar el mundo.  El Dr. Balmis puede constituir una figura ejemplar de la historia española más solidaria:  http://www.premiosvoluntariado.com/concurso-de-posts-solidarios-inspira-a-los-jovenes-a-mejorar-el-mundo/

lunes, 23 de junio de 2014

¡SUBE Y CÓGELO! (no hace falta reptar)


No parece muy cierto que él siguiera sus propias máximas pero Albert Einstein dijo una vez: "intenta no volverte un hombre de éxito, sino un hombre de valor."

Quizás se refería a ese hombre de éxito que sólo consiguió alzarse sobre el podio con su juego sucio, aposentando sus garras en las cabezas de aquellos que le rodeaban, -algunos de ellos hombres de valor-, aupándose sobre ellos, hundiéndolos a la vez para hacer parecer que él estaba aun más arriba.

Sin embargo, en el polo opuesto, está el hombre de valor. Ese que puede ascender sin reptar. Ese que es capaz de invitar a subir a sus propios rivales al mismísimo podio con él a compartir su momento de gloria. Su triunfo está ahí para disfrutarlo sin necesidad ninguna de rebozar a los demás por el barro.

Ya lo decían los chinos, exitosos en proverbios: El buen general sabe vencer, pero también sabe no abusar de su victoria...

16 de marzo de 1934. Ambassador hotel de Los Ángeles (EEUU). Con gran pompa y lujo se celebraba la ceremonia de entrega de la sexta edición de los premios Oscar de cinematografía, entonces aún un novedoso, -aunque ya muy prestigioso-, certamen.

Uno de los galardones de más relevancia era, obviamente, el de mejor director. Iba a hacer entrega de dicho premio el entonces famoso humorista, y personaje mejor pagado del Hollywood del momento, Will Rogers. De forma algo irreflexiva abrió el sobre y profirió, en lugar de la actual "and the oscar goes to..." la desafortunada siguiente frase: "Sube y cógelo Frank".

El nominado Frank Capra, muy ufano y orgulloso, se alzó de su silla y se dirigió raudo al estrado pero, antes de que pudiera darse cuenta, se encontró en el escenario observando cómo otro nominado, y también Frank, -Frank Lloyd-, estaba recibiendo ya en sus manos la estatuilla como mejor director de ese año por su película Cavalcade (Cabalgata). El bochorno de todos en ese momento fue sobresaliente y sólo la rapidez de reacción del galardonado director Frank Lloyd pudo paliar un poco la estresante situación, pues rápidamente invitó al tercer nominado, George Cukor, a reunirse también con ellos en el escenario y diluyó un poco la tensión del ambiente.

Años después Capra confesaría en su autobiografía que su camino de vuelta hasta su mesa le había resultado el más largo, humillante y triste de su vida.

 "Todos los comensales de mi mesa estaban llorando".
Sin embargo, y por dar un final feliz a la historia, relataré que, en el certamen de los Oscar del año siguiente, el genial Capra experimentó un espectacular triunfo con la película Sucedió una noche (It Happened one night) atesorando con ella, por primera vez en la historia de los Oscar, cinco premios: mejor película, mejor director, mejor actor - Clark Gable -, mejor actriz -Claudette Colbert- y mejor guión adaptado. Pleno de cinco que no se volvería a repetir hasta 40 años después con la película Alguien voló sobre el nido del cuco.

P.S. Frank Capra fue considerado el rey de la comedia americana, su importancia en la industria y su popularidad fue tal que consiguió ser el primero en lograr ver su nombre impreso por encima del mismísimo título de la película; relevante hecho éste que él mismo eligió como título de su exitosa autobiografía "The name above the title".


¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"El éxito se obtiene tras administrar bien los fracasos"
Anónimo

"El más excelso conquistador es el que vence al enemigo sin descargar ningún golpe".
Proverbio Chino

lunes, 16 de junio de 2014

MARÍA, CALLA ...



Siembre vientos, que recogerá tempestades... Y si no ¿qué espera?¿qué la vida le ponga siempre, y sin pagar peaje, un oportuno paracaídas?  Mejor no confiar en la suerte y cuidarse un poquito a uno mismo sin meterse en pastosos fangos cuando uno no lleva unas buenas katiuscas, que si se mete con chanclas luego vienen los llantos y el crujir de dientes y acaba todo terminando en una tragedia griega...

El que con niños se acuesta, se suele levantar empapadito....

Europa, 1959. La cantante Ana María Cecilia Sofia Kalogeropoulou comenzaba en Madrid su gira de conciertos. Mujer desgraciada en los afectos desde su llegada al mundo en un hospital de Nueva York en 1923, su propia madre había rechazado tomarla en sus brazos para consolar su primer llanto de recién venida al mundo con el pretexto de estar decepcionada por no tratarse de un hijo varón.

Toda su vida, hasta su muerte en 1977 contando ella 53 años de edad, fue una infructuosa búsqueda del amor. Infructuosa a pesar de haberse marcado un muy abierto abanico de posibilidades para ello. Su único marido, con el que contrajo matrimonio siendo ella muy joven, era millonario y 30 años mayor que ella (de él, años mas tarde, dijo haberle aceptado como padre). Maria Callas, que ese era el nombre artístico que había adoptado, llenó su vida de amantes, la mayoría de ellos hombres declaradamente homosexuales, los más relevantes de entre ellos, Luchino Visconti y Pier Paolo Passolini.

En el año 59, siendo ella ya una diva del bel canto, encontrándose en plena gira, se reencontró con un magnate griego de nombre Aristoteles Onassis a quien había conocido en una fiesta. Éste se empeñó en tener una aventura con la soprano y, con ocasión de un festejo "a todo trapo" organizado por él y su esposa Athina Livanos en su yate Cristina, -a la que estaban invitados personas relevantes como el matrimonio Churchill y el propietario del imperio automovilístico Fiat, Giovanni Agnielli y esposa, entre otros-, aprovechó para convidar a Maria Callas y marido.

La fiesta resultó ser, según relatan, una verdadera bacanal donde los invitados paseaban por cubierta como Dios les trajo al mundo. Y la Callas acabó, sin importarle nada ni nadie y como era previsible, en el camarote del anfitrión.

La esposa de Onassis tuvo la desagradable confirmación de la situación cuando se le ocurrió hacer un visita rutinaria a su camarote, mientras que al marido de la soprano le fueron ratificadas sus sospechas, ya una vez en tierra, reuniéndose con él la nueva pareja para comunicárselo. El entonces aun consorte de la cantante preguntó, escéptico, qué podría aportarle a María un hombre como él aparte de dinero, y halló la respuesta con la imagen que le propinó Onassis bajándose groseramente los pantalones y enseñándole los atributos que portaba debajo.

Ahí comenzó su tortuosa historia de ¿amor? Onassis la atormentó con un trato poco respetuoso y compartiendo su tiempo con otras múltiples amantes, sin llegar jamás ni a dejarla ni a proponerle matrimonio. Y dándole, finalmente, con la puerta en las narices cuando vió anunciado en la prensa que su Ari se casaba con la viuda del presidente Kennedy, Jackie.

Pero esa es una nueva historia que quizá relataré algún día...

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"No ser amado es una simple desventura: 
La verdadera desgracia es no saber amar".
Albert Camús

lunes, 9 de junio de 2014

RINCONETE Y CORTADILLO


¿Los conocen ustedes? Su colega de enfrente en la oficina es Rinconete y usted, -sí usted-, es Cortadillo. Y no Cortadillo porque sea usted más bien tímido, no. CASI todos los trabajadores españoles por cuenta ajena, gozan de un almacén de material de papelería del que se surten para uso doméstico propio, de sus padres y de sus hijos (y algunos abuelitos), que parece no acabarse nunca y que, además, les resulta gratis: su oficina.

Y si no lo considera así, cuente el número de bolígrafos, carpetas y carpetillas, post-it, clips, grapas, libretas, que ha comprado en los últimos cinco años, -y no cuentan los clips de mariquitas que compró usted para su sobrina en alguna tienda china, noruega o sueca-.

Más allá de estos aparentemente veniales pequeños hurtos, está el excedido que distrajo para su vivienda un rollo de papel de los excusados de su empresa, con la excusita de haber encontrado la textura excelente y no conseguir localizarlo en su supermercado habitual.

¿Parece estar en el límite de la mangancia laboral, no? Pues no, hay algunos que han conseguido gratis en la oficina algún beneficio "extrasalarial" de bastante más enjundia...


Nueva York (NY), albores del siglo XX. Enrico Caruso, tenor italiano más famoso del siglo -al menos a decir de expertos como Toscanini-, ostentó el honor de ser el primer tenor del Metropolitan Opera de Nueva York durante diecisiete años de grandes éxitos y esplendor. En su corta carrera musical, -falleció a los 48 años de una infección de pulmón-, fue pionero en las grabaciones sonoras de voz, haciéndose millonario con la ventas de sus discos.
Figura archiconocida en el panorama mundial, y más en la ciudad de Nueva York donde residía largas temporadas, en cierta ocasión se personó en una sucursal bancaria de la metrópoli a realizar algunas gestiones de rutina. El empleado del banco le solicitó, para poder cerrar la operación tal como marcan los protocolos de seguridad, que mostrase algún documento identificativo de la firma y los datos personales. Sin embargo Caruso, quien no portaba en ese momento ninguno con él, manifestó al oficinista que alguien como él no necesitaba un documento de identidad, al ser sabido por todos que se trataba del celebérrimo tenor.
El bancario, estricto, se mantuvo inamovible en la exigencia de algo que le identificase indubitadamente.
-" ¿Qué puedo hacer?" - preguntó Caruso
 - "Pues... ¡cante!" - respondió el bancario.
Enrico entonó entonces, a pleno pulmón, el aria de Tosca "Recondita armonía" poniendo los pelos de punta a todos los allí presentes con su potente y bella voz, su riqueza de tonos y su superlativa técnica. Inmediatamente después validaron la operación, dándole por identificado y el gran Caruso se marchó de la oficina bancaria.
El director de la oficina llamó a capítulo al empleado, inquiriéndole si no tenia clara desde el principio la evidencia de que se trataba del famoso tenor; el oficinista respondió:

 -"Por supuesto que lo tenía claro, pero no podía dejar pasar la oportunidad y el privilegio de oír cantar al mismísimo Enrico Caruso en directo y para mi".

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"Me gusta y me fascina el trabajo. 
Podría estar sentado horas y horas mirando a otros cómo trabajan".
Jerome Klapka Jerome (1858-1927) Humorista inglés

"No basta tener buen ingenio; lo principal es aplicarlo bien".
René Descartes

lunes, 2 de junio de 2014

 LO QUE LA VERDAD NO ESCONDE



Dijo el enciclopedista francés Denis Diderot que engullimos de un sorbo la mentira que nos adula y bebemos gota a gota la verdad que nos amarga. Y a veces bebemos gota a gota incluso la verdad más dulce. Pero ¿por qué? Probablemente porque somos esencialmente desconfiados de aquello que nos descoloca. El mayor sinvergüenza envuelto en papel de seda nos parece un infante de España, mientras que un santo varón en harapos y sandalias de cuero ha de hacer milagros para que nos dignemos a dirigirle la palabra.

Señores, es así de triste: la honestidad y la verdad, hoy en día, no venden...


Barcelona, finales del siglo XIX. Un grupo de intelectuales liderados por  Ramón Casas, Joaquín Mir, Miquel Utrillo y el mismísimo Santiago Rusiñol , inspirado y formidable pintor y razonable escritor, se reunían habitualmente en el café neogótico, situado en la calle Montsió, Els quatre gats, los cuatro gatos,  para conversar y departir sobre lo divino y sobre lo humano. Tenían por sana costumbre elaborar simpáticas y jocosas bromas, que después llevaban a la práctica para evidenciar experimentalmente las conclusiones a las que, sobre el género humano, llegaban después de largas jornadas de debate y discusión.

En cierta ocasión, después de una larga polémica acerca  de la poca aceptación que tiene la verdad cuando es abierta y sinceramente expuesta, Santiago Rusiñol decidió llevar a cabo, inspirado por un conocido refrán, uno de sus experimentos.

Instaló en una transitada calle un puestecillo en el que expuso una buena cantidad de relucientes duros de plata de la época y, sin más, comenzó a pregonar a los viandantes:
-"¡Duros a cuatro pesetas!" ...

Insistió en tan buena oferta para los compradores durante unas cuantas horas pero, como él esperaba y a pesar del gran chollo que el trato hubiera supuesto para los adquirentes, Rusiñol no  vendió ¡ni un solo duro!

De esta forma, demostró a sus colegas de tertulia que los españoles somos un pueblo que desconfía especialmente de la verdad, cuando es expuesta de manera clara y limpiamente.

* Nota para los lectores de otras nacionalidades y para los españoles más jovencitos: el duro fue una moneda equivalente a cinco pesetas, de curso legal en España durante muchos años..

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"Comprendo que la mentira es engaño y la verdad no. Pero a mí me han engañado las dos".
Antonio Porchia

"Una verdad a medias es una mentira completa".
Proverbio Judío
"De vez en cuando di la verdad para que te crean cuando mientas".
Jules Renard