lunes, 22 de junio de 2015


DE MANTEQUILLA

Nunca llueve a gusto de todos. Prohibido estuvo, Código Penal en mano, durante dos años, -quizá entre 1928 y 1930 hace ya casi un siglo-,  proferir piropos callejeros. Parece que aquella tormenta estival no duró mas de dos veranos y pasó el delito al baúl de delitos olvidados. 

Parece, no obstante, que vuelven estos aguaceros y hay, de nuevo, quien aboga por rescatar piezas del baúl vintage. Devanan sobre la conveniencia de prohibir otra vez -casi cien años después-, los requiebros callejeros y aplicar sanción a todo tipo de ellos, por considerarlos vejatorios y humillantes, silenciando así la boca de espontáneos al volante de un trailer, entre ladrillo y ladrillo, y los galanteos de poetas callejeros. 

Pues, respetuosa con la ley, aprovecho este momento de sol, antes de que empiece a arreciar la tormenta,  y les dedico dos, aún legales: quien fuera bizco para verlos dos veces;  Dios debe estar distraído, porque los ángeles se le están escapando.

Sin olvidar nunca, claro está,  ese famoso y dulce dicho de vayan por la sombra...



España, siglo XVII. Existió un eminente médico. de nombre Gaspar Balaus, que, además de por su pericia profesional, destacó también por sus sobresalientes cualidades en oratoria y por su fluidez lingüística como poeta. Cuando ya no se hallaba en plena juventud fue adquiriendo una curiosa e inaudita monomanía: llegó a la convicción de que, a diferencia de sus pacientes y resto de congéneres, él no estaba hecho de carne y hueso sino de una materia más suave y cremosa: pensaba que estaba hecho de mantequilla.

Esto le acarreó la servidumbre de tener que evitar, o incluso huir, de cualquier fuente de calor que pudiera derretir su delicado cuerpo.


Así, jamás se sentaba cerca de una chimenea u hoguera y caminaba siempre como la gente agraciada: por la sombra.

Y ocurrió que un día esa curiosa y aparentemente inocua paranoia le abocó directamente a la muerte. Era un día de intenso calor y, agobiado Gaspar por el peligro de derretimiento, se tiró de cabeza a un pozo y, haciendo bueno el dicho "salir de Málaga para meterse en Malagón", no se derritió pero se ahogó. 


¡FELIZ LUNES,  FELIZ SEMANA Y FELIZ VERANO!

"Quien sabe adular sabe calumniar" 
Napoleón Bonaparte

lunes, 8 de junio de 2015


GALLINAS Y CERDOS 

CUENTE ¿CON QUIÉN CUENTA?


Afortunados aquellos que tienen alguien dispuesto a dar la cara por ellos. Haciendo la suma, muchos tienen quien les aprecie, quien les admire, les acompañe e incluso quien se implique y quien les quiera. Pero calcule usted otra adición: ¿quien está dispuesto incondicionalmente a sacarle las castañas del fuego, a comprometerse, a salvarle de un angustioso apuro, a hacer por usted -incluso a deshoras- lo difícil o lo más indeseable, lo que ni siquiera usted se molestaría en hacer por usted, a mojarse de verdad por su persona, casi siempre sin siquiera haber tenido que pedírselo  y, habitualmente  a cambio de nada?. Si el resultado de esa suma es superior a cero, considérese del escaso grupo de afortunados, es más, privilegiados. No se engañe: no todo el monte es orégano. Y bendiga la suerte, quizá inmerecida –o no-, de contar con ese amigo, hermano, tío, cuñado, padre, novio, cónyuge, dispuesto por usted a poner su mano en el fuego, perder su tiempo o incluso … su ojo…




Ciudad de Locros Epicefirios, Magna Grecia, siglo VII antes de Cristo (actualmente Locri, costa de Calabria, al sur de Italia). Parece ser que, por aquel entonces, vivió allí un pastor esclavo de nombre Zaleuco que, inspirado en sueños por la diosa Atenea (según el mito), acabó siendo legislador. Y no sólo un legislador común, no: su Código Locrio es hoy considerado el primer código escrito de leyes de la civilización griega, sus normas han sido estimadas  modelo de orden y buen gobierno y los habitantes de Locros fueron siempre fieles a su ordenamiento jurídico y, tan convencidos estaban de las bondades del mismo,  que fueron muy reacios a cambiar nada de su contenido (no en vano, una de las leyes rezaba que aquel que presentase una propuesta de reforma o cambio de interpretación de una norma ante el Consejo de los Ciudadanos, habría de hacerlo compareciendo ante ellos con una soga atada al cuello de tal suerte que, si el Consejo votaba en contra, el proponente sería estrangulado en el mismo acto).



El Código Locrio buscaba establecer penas relacionadas con el género y la causa del delito, que resultaran simbólicas y ejemplares. Así, se condenaba a muerte al enfermo que hubiese bebido vino en contra de la prohibición de su médico; se sacaba un ojo a aquel que lo hubiera sacado a otro,…



Por otro lado, se contenían prohibiciones como la de iniciar un juicio entre dos partes si estas no habían intentado antes la reconciliación; la de vender productos comestibles por personas distintas de sus productores; la de llorar a los muertos una vez sepultado el cadáver,…

De Zaleuco y su obra quedan testimonios a través de variadas fuentes, -algunas tan eruditas como Aristóteles o Cicerón-, que cuentan que aplicó la ley tanto en casa ajena como en la propia. En cierta ocasión, su propio hijo fue acusado de adulterio. La pena prevista para tal delito consistía en cegar ambos ojos al reo. Zaleuco no estaba dispuesto a eximir a su hijo del cumplimiento de la ley. Sin embargo, considerando que la culpa no era exclusiva de su vástago, sino que él mismo como padre compartía la responsabilidad por no haberlo educado adecuadamente, decretó que a su hijo sólo le sería extraído uno de los ojos. El otro, se lo hizo cegar a sí mismo.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

By M.M.


La diferencia entre implicarse y comprometerse es como los huevos y el jamón: la gallina está implicada, el cerdo está comprometido”.

Martina Navratilova.


lunes, 25 de mayo de 2015

FUERA DE CONTROL


Desde declarados irredentos, hasta reticentes impenitentes. Quien lo lleva a gala, quien lo asume y quien no lo reconoce. En el fondo o en la superficie. Todos somos controladores. De hijos, de obra, de colaboradores, de caudales, de verdades, de mentiras, de palabras, de silencios. Pero, una vez que cruzan el umbral, tienen vida propia y hacen y deshacen, -o les hacen y les deshacen-, con libre albedrío. 
Somos dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras pero ¿cómo permanecer siempre callado? ¿merecería la pena hacerlo,con tal de no rendir ese vasallaje?

O aprendemos a gestionar eficazmente no sólo la independencia de los demás sino las injerencias del prójimo en la nuestra, o nos subirá a todos la presión sanguínea. O acabamos rompiendo escaparates. Como EuGenio...


Nueva York (Nueva York, EEUU), década de los 30 del siglo XX. El surrealismo estaba entonces muy de moda en Nueva York. Los selectos y lujosos almacenes Bonwit-Tellerle, sitos en la prestigiosa Quinta Avenida, habían contratado para decorar sus escaparates a un treintañero artista surrealista español, de nombre Eugenio Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí Domenech. Dalí había elegido como tema para su puesta en escena "El día y la noche", y una noche entera pasó tras las vitrinas realizando el montaje de su obra, la cual, dispuso de la manera siguiente:

En una de las vitrinas había colocado una bañera repleta de agua con un forro peludo de piel de astracán, dentro de la cual yacía inmerso un maniquí con  peluca pelirroja, supuestamente hablando por un teléfono-langosta. En la otra vitrina había colocado una cama con dosel negro con una figura acostada sobre ella, con brasas encima de la almohada, un traje afrodisíaco lleno de pipermín y rodeado de moscas. Entre otras lindezas.

Los escaparates tuvieron excesivo éxito a juicio de los propietarios de los almacenes por lo que, a fin de disolver las aglomeraciones de gente que había producido, decidieron simplificar la obra expuesta. Al día siguiente se personó por allí Dalí quien, viendo que su obra había sido "mancillada", exigió de los responsables explicación. Dalí no entendió del todo la respuesta, pues no hablaba una palabra de inglés, pero sí se apercibió claramente cuando le indicaron que el cheque por sus servicios había sido abonado y, por tanto, ya nada podía reclamar. La obra ya no era de su propiedad.

Dalí, entonces, dispuesto a tomar por su mano la justicia, se dirigió a las vitrinas con la intención de vaciar la peluda bañera y estropear con el agua todo aquello que allí quedaba, con tan mala fortuna que la vitrina resbaló por el líquido elemento, yendo a estrellarse contra la luna de cristal que se hizo añicos, dejando salir Quinta Avenida abajo borbotones de agua y bañera navegando sobre ella. También Dalí salió corriendo por el agujero del cristal pero los agentes de policía lo atraparon en un santiamén, lo detuvieron y pasó la noche en el calabozo. 

Gala lloraba pero su abogado les tranquilizó indicando que el juez de guardia que presidiría la vista de su caso era persona bondadosa  y benevolente. El calabozo, descrito por Dalí como una jaula ignominiosa, estaba lleno de borrachos y hampones, muchos de los cuales comenzaron a acercarse a Dalí para zurrarle. Suerte tuvo el pintor de encontrar a un pequeño personaje, con anillos de oro en todos los dedos, puertorriqueño a juicio del artista, que le preguntó la causa de su detención. Al responder Dalí que había roto un escaparate en la mismísima Quinta Avenida provocó la admiración y el respeto del gangster, que le defendió, eficazmente, a capa y espada, durante toda la noche.

Llegada la mañana lo llevaron ante la presencia del juez, que hizo gala de la benevolencia anunciada por el letrado, indicando que Dalí había roto, efectivamente, una vitrina de 60 dólares que habría de pagar pero que todo artista tiene derecho a defender la integridad de su obra por lo que, tras pagar, quedaba libre.

Pd. Cuenta Dalí que la voz corrió por los foros artísticos de Nueva York, convirtiéndole la hazaña en un héroe.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"Lo importante es que hablen de ti, aunque sea bien".
Salvador Dalí
"No tengas miedo de la perfección, nunca la alcanzarás"
Salvador Dalí
"El que quiere interesar a los demás tiene que provocarlos."
Salvador Dalí


lunes, 11 de mayo de 2015



ATAULFO ¿DONDE ESTÁS?...


Está claro que, el hombre propone y... no menos claro que, al final, no es él quien dispone. Segura estoy de que cuando usted era pequeño, - o, más bien, cuando usted era niño, que pequeño quizás sigue usted siéndolo-, imaginaba vivamente cómo, de adulto, llegaría usted a ser bombera, azafato, portera de fútbol de un equipo de primera división, astronauta, profesor, modeli, maquinista de tren, filósofo o plácida vendedora de ajos y limones a la puerta del Mercado de la Paz.

Algunas decenas de primaveras después, el cuento ha cambiado hacia una deriva en algunos casos prosaicamente menos bohemia. Chupatintas de banca/seguros, teleoperador, auditor de cuentas, cobrador de peajes de autopistas, fiscal en un juzgado, eterno becario...

Usted, el que de niño odiaba dea run paso fuera de casa, ha acabado viviendo quizá en el Congo (Belga); y usted, que adoraba los viajes, con suerte consigue llegar, algún fin de semana, al centro comercial más cercano.

Mírese. ¿Quién le iba a decir a usted?. Como al rey visigodo Ataulfo, que apalabrado tenia un ático con terraza en "Ópera" y ha acabado viviendo en un bajo con jardín...

Madrid, segunda mitad siglo XVIII. El primero de los reyes Borbón en España, Felipe V,  había fallecido en 1746 y le había sucedido su hijo, que reinó con el nombre de Fernando VI. A la muerte de éste sin descendencia en 1759, le sucedió su hermano por vínculo paterno, que reinaría con el nombre de Carlos III.
El padre de ambos había dejado en marcha el proyecto y las obras de construcción de un nuevo palacio real, que se elevaría en la misma ubicación donde se había alzado en siglos anteriores el Alcázar, residencia de los anteriores reyes de la Casa de Austria, que, como si no quisiera dar cobijo a sus nuevos inquilinos, había ardido en la práctica totalidad. El nuevo palacio se construía conforme a los nuevos gustos de la época y todo en piedra y en materiales recios y regios.

Con la intención de homenajear y hacer un repaso histórico a los reyes de los reinos españoles desde el siglo V en adelante, comenzando por el rey godo Ataulfo, fueron encargadas más de un centenar de estatuas en piedra blanca de Colmenar, de colosal tamaño, representativas de cada uno de ellos, que serían colocadas en lo más alto, a lo largo de las cornisas del palacio. 

Por aquel entonces, la viuda de Felipe V, Isabel de Farnesio - madre del ya rey Carlos III-, aguardaba la finalización de las obras para habitarlo junto a su hijo el rey tras haber vivido desterrada en La Granja (Segovia) y en Riofrío durante el reinado de su hijastro, Fernando. Pero la parmesana, que así apodaban a la de Farnesio por haber nacido en Parma y, al parecer, también por la curiosa vianda que solía desayunarse (unas tostaditas bien untadas de mantequilla y espolvoreadas con lascas de queso parmesano), comenzó a sufrir una serie de pesadillas que la obsesionaban. En ellas la ciudad de Madrid era sacudida por violentos terremotos a consecuencia de los cuales las estatuas se precipitaban hacia abajo, yendo a caer, indefectiblemente, encima de su persona, que moría una y otra vez en sus sueños, aplastada por los colosos.

Y he aquí que la reina madre, mujer de carácter y con probada capacidad para las intrigas palaciegas demostrada durante el reinado de su fallecido marido, convenció a su hijo Carlos III de que dichas estatuas fueran ubicadas en lugares mucho menos peligrosos. Así, las pobres estatuas pasaron a ejercer un papel de mucho menos altura: a los sotanos de palacio.

Un siglo tuvo que pasar para que la tataranieta de Isabel de Farnesio, otra Isabel, -la reina Isabel II de España-, hiciera sacar de nuevo a la luz las estatuas que hoy en día lucen repartidas entre los Jardines de la Plaza de Oriente, los de Sabatini y los del Retiro y el Museo del Ejercito en Madrid; el paseo de Sarasate, de Pamplona; y otros muy ilustres puntos de la geografía española como Ronda, Vitoria, Toledo, Burgos, Logroño, San Fernando de Henares, Aranjuez, El Ferrol, ....

Pd. Como todas las historias "floridas", esta también tiene una versión B, mucho más prosaica. Hay quien cuenta que los motivos para no ubicar las estatuas de marras en las cornisas de palacio fueron puramente técnicos y estilísticos, al entender Sabatini (arquitecto que, sucediendo a muchos otros, finalizó el proyecto) que las esculturas eran excesivamente pesadas para su ubicación en las cornisas y poco acordes con los nuevos gustos estéticos y arquitectónicos que comenzaban a estar en boga. 

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"Las cosas no son como empiezan,sino como se terminan".
Refrán

"Si piensas que eres demasiado pequeño como para hacer una diferencia es que no has dormido nunca con un mosquito en la habitación"
Proverbio Africano

"Tu tiempo es limitado. No lo desperdicies viviendo el sueño de otra persona"
Steve Jobs

lunes, 27 de abril de 2015


¿QUÉ ME PASA DOCTOR?



No se empeñe. Sí, no se empeñe. Le pase lo que le pase, a usted no le pasa nada. Al menos de importancia. Porque segura estoy de que tendrá usted cerca a alguien que se ocupe de convencerlo de ello. Y no me refiero a ningún médico ni enfermera ni psicólogo...me refiero a aquellas personillas tan simpáticas que cuando usted, por desahogo, se decide por fin a confesar tímidamente el inquietante achaque de salud por el que está atravesando, ellos siempre, indefectiblemente, se  manifiestan aquejados de algún mal que ellos estiman, por supuesto,  mucho peor.

¿Que le ha atropellado a usted un tranvía y tiene la pierna rota por cuatro partes? Pues eso no es nada, ellos tienen un uñero; y un poco infectado.

Así que usted, le pase lo que le pase, con las enfermedades mejor calladito porque de otra manera va  a acabar con la pierna igual de rota y la tensión máxima a 24; y subiendo...

La única enfermedad que puede hacer sombra  a las de estos personajillos: la hipocondría. Y la sufren hasta en las "mejores familias" ...

Reino Unido de la Gran Bretaña, siglo XIX. El 12 de Febrero de 1809, en el seno de una familia
acomodada de reputados médicos (padre, abuelo...), vino al mundo Charles Robert Darwin (el mismo día que Abraham Lincoln). Con 16 años, tras haber ayudado ese verano a su padre en la consulta como aprendiz de médico, marchó a la Universidad de Edimburgo con Erasmus (no es que en aquel entonces existiese ya un programa europeo de intercambio universitario sino que Erasmus Darwin era el nombre de su abuelo). Pronto encontró las clases de Medicina tediosas e insufrible la cirugía, por lo cual, Charles dedicaba sus horas libres al curioso hobby de la taxidermia. Desde niño había sentido curiosidad por la Historia Natural y en su segundo año en Edimburgo comenzó a frecuentar un grupo de estudiantes daficionados a esta disciplina, que debatían frecuentemente sobre diversos temas científicos (Sociedad Pliniana), y colaboró en diferentes investigaciones y descubrimientos sobre invertebrados marinos.

Ante la poca atención por sus estudios de Medicina, su padre lo envió a Cambridge con la intención de que se ordenase pastor anglicano,  pero Charles prefirió dedicarse a la equitación, al tiro y a coleccionar escarabajos.

Empezó a frecuentar allí círculos científicos y naturalistas y se hizo gran amigo de un profesor de botánica que en el año 1831 le propuso embarcar como naturalista sin retribución (un actual becario) en el buque HMS Beagle, buque que zarpaba en expedición para fotografiar la costa de América del Sur.

En dicho viaje, Darwin, tomo ingentes notas científicas que iba enviando a Cambridge. A pesar de los fuertes mareos que le produjo el viaje, el trabajo recopilatorio de Darwin supuso el estudio de mayor calado del mundo de la biología.

Pero Darwin arrastró siempre un grave problema de salud: su grave hipocondría. Durante toda su vida adulta sufrió de palpitaciones, dolores de estomago, vómitos, temblores, síntomas de afección cardiaca, etc, sin padecer enfermedad real ninguna. Incluso se torturó preocupado por las posibles problemas de salud que le pudiera acarrear el tamaño de su nariz.

La causa de las "enfermedades" de Darwin fueron constantemente investigadas pero todos los intentos de diagnóstico (distinto de su aprensión) y tratamiento carecieron de éxito. 

No obstante el sufrimiento que le supuso su grave hipocondría, Darwin la consideró realmente un regalo para su vida profesional indicando: "la mala salud me salvó de las distracciones sociales y la diversión" constatando que sólo gracias a su enfermedad había conseguido dedicar tantas horas al trabajo y conseguir como fruto llegar a desarrollar su  universalmente estudiada teoría sobre el origen de las especies.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"La investigación de las enfermedades ha avanzado tanto que cada vez es más difícil encontrar a alguien que esté completamente sano".

Aldous Huxley



"La hipocondría es el enamoramiento de la propia enfermedad".

Sigmund Freud

"La hipocondría es una perturbación en la cual una persona refiere síntomas físicos y está especialmente preocupada porque cree firmemente que corresponden a una enfermedad grave"

Manual Merck




lunes, 13 de abril de 2015

DE LA COSECHA DE 1949...



Al igual que ocurre con las personas, hay años generosos y otros más bien tacañetes. Y parece que 1949 fue un año generoso para los amantes de la música y del arte y los artistas en general.
En un sólo año, el 1949, vinieron al mundo Haruki Murakami, Philippe Starck, Joaquín Sabina, Patrick Duffy (Dallas), Patrick Süskind (El Perfume), Paloma Picasso, Jessica Lange, Billy Joel, Rick Wakeman, Moncho Alpuente, Ken Follett, Lionel Richie, Meryl Streep, Roger Taylor (Queen), Mark Knopfler, Richard Gere, Twiggy, Bruce Springsteen, Annie Leibovitz, Sigourney Weaver, Jeff Bridges, Tom Waits, Robin Gibb, Maurice Gibb, Beatriz Carvajal, Sissy Spacek..y alguno más que habrá de perdonar que no le nombre por falta de espacio. Sin embargo, a cambio, la parca se llevó a los maestros Joaquín Turina y Richard Strauss, devastadoras pérdidas que nunca se podrían compensar económicamente.

 Y, sin embargo, para aquellos a quienes gusta vivir económicamente al filo de la navaja comenzó la "diversión"....

Nueva York. (N.Y., Estados Unidos), 1949. El ejecutivo de la Hamilton Credit Corporation, Frank X. McNamara, su abogado Ralph Sneider y Alfred Bloomingdale, (nieto del fundador de los famosos grandes almacenes Bloomingndale's), se habían dado cita para cenar en el restaurante Major's Cabin Grill, local adyacente al Empire State Building.
Durante la cena departieron, entre otros temas, sobre un problema de crédito que se le había planteado a un buen cliente de McNamara, cliente que, apiadado de algunos de sus vecinos que acudían a él a lloriquearle sobre sus problemas económicos, les había cedido algunas tarjetas de pago de diferentes establecimientos comerciales. Los llorones habían hecho un uso generoso de las mismas y el bondadoso cliente de McNamara se encontraba en un serio problema para hacer frente a los pagos de la deuda que sus vecinos habian generado. Hago aquí un inciso para explicar que, por aquel entonces, no existían las tarjetas de crédito tal como hoy las utilizamos sino que sólo algunos establecimientos ofrecían crédito a sus buenos clientes que podían pagar (sólo en su local) con una tarjeta y luego liquidar su cuenta en el plazo que hubieran establecido, tal como se ha hecho en muchos comercios a lo largo de la historia.

Finalizada la cena y solicitada la cuenta, el destino o la casualidad quisieron que McNamara pasara un mal rato cuando se apercibió de que había olvidado el dinero en casa y no portaba un sólo dólar encima, por lo que hubo de llamar a su esposa para que viniera a proveerle de fondos. Fue entonces cuando prometió poner los medios para que no volviera a sucederle tan vergonzante situación nunca más. Y, junto con los otros dos comensales de aquella cena, idearon un sistema de pago a crédito, seguro y personal pero que, por contra a las tarjetas individuales que ya existían, su medio fuera aceptado en variados establecimientos indistintamente. En recuerdo a que la tarjeta había sido ideada mientras compartían una agradable cena, denominaron a su tarjeta Diner's Club (de traducción literal Club de Cenadores). 

Había nacido así la primera tarjeta de crédito tal como la conocemos en la actualidad. Al principio sólo se aceptaba en 14 restaurantes neoyorkinos y la poseían únicamente 200 personas, entre amigos y conocidos de los creadores pero, ya a finales de 1950, el número de establecimientos adheridos había crecido en progresión geométrica y contaba ya más de 20.000 usuarios.

Pd. En España, la primera tarjeta de crédito no fue emitida hasta 1978, como idea importada por Carlos Donis de León y, tras el rechazo de la idea por el Banco de Santander, fue lanzada por el Banco de Bilbao.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"Quien cambia felicidad por dinero podrá cambiar dinero por felicidad".
José Narosky 
                    "Si quieres conocer el valor del dinero,trata de pedirlo prestado".
Benjamin Franklin
"Es locura manifiesta vivir precariamente para poder morir rico".
Juvenal

lunes, 16 de marzo de 2015

POR LA BOCA MUERE EL PEZ... Emoji


Como dice el proverbio árabe "si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo digas". Y es que muchos deberían aprovechar algunas oportunidades para callar y dejar que la imaginación del interlocutor, y del resto del público, continúe engañada por una cara bonita o por un gesto dulce y no averigüe, o se cerciore, con gran tristeza, de que un lindo continente no  siempre se corresponde con un bello contenido.

Por la boca muere el pez....

Los Ángeles (California, Estados Unidos), 1927. La actriz Norma Talmadge, a pesar de su difícil infancia y de las dificultades económicas que había tenido que superar su familia, era ya una gran estrella de Hollywood. 

En su niñez, Norma, su madre, -Peg-, y sus hermanas, -Natalie y Constance-, fueron  abandonadas por Fred, -su padre-, un mismísimo día de Navidad. Pasados unos años, las niñas resultaron ser muy agraciadas y su madre, que llegaría a ser pionera en el papel de "madre de la artista"  canalizó las carreras de sus hijas adolescentes hacía las profesiones de modelo o actriz de vodevil. 
Pronto hicieron buenas relaciones. En 1909 se introdujeron como actrices en la pujante industria del cine de Hollywood y el éxito les llegó en pocos años, llegando Norma al punto álgido de su carrera cinematográfica alrededor del año 27. Ese mismo año, se inauguraba en el 6925 de Hollywood boulevard el mundialmente famoso Grauman's Chinese Theatre, -Teatro Chino de Hollywood-, (la apertura se realizó el 18 de mayo con la proyección de la película de Cecil B. DeMille "Rey de reyes").

Por aquellos días, operarios de la construcción adecentaban el exterior del edificio  del teatro y las aceras adyacentes, para lo cual echaron una gran lechada de cemento. La actriz Norman Talmadge, que a su vez era esposa de uno de los copropietarios (Howard Schenck), caminaba por el lugar cuando, accidentalmente, introdujo su pie en una gran baldosa de cemento aún fresco. Inmediatamente, para evitar caer de bruces, apoyó las palmas de sus manos abiertas en el suelo, dejando estampados pies y manos en el suelo del acceso de la entrada del teatro. Y, sin planearlo, su "metedura de pie" sentó precedente pues, a partir de entonces, se cuentan por más de dos centenas los artistas que han sido homenajeados imprimiendo huellas de pies y manos o de objetos y atributos más característicos del personaje: Harold Lloyd sus gafas, Groucho Marx su puro, Bob Hope su nariz, los actores de Harry Potter sus varitas mágicas...

A propósito de Norma, se preguntaran por qué, siendo una actriz en su día tan famosa, probablemente CASI ninguno de ustedes había oído mencionarla. La respuesta está en su voz. Y es que, como decía más arriba, hay quien resulta más estético permaneciendo callado y cuando abre la boca....

A finales de la década de los 20, el cine mudo comenzó su rápido ocaso y sólo se producían ya películas sonoras. Y con todo lo "mona" que resultaba la imagen de Norma, poseía, en cambio, una voz desagradable para los cánones de la época y el lugar. Por ello, en 1930 filmaría su última película.

 Divorciada de su marido, un segundo esposo le consiguió trabajo en la radio donde, evidentemente, fracasó también. En el trabajo y en el matrimonio, que también fue a pique.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"Si lo que vas a decir no es mas bello que el silencio, no lo digas".
Proverbio árabe

"Nada revela tan fiablemente el carácter de una persona como su voz"
Benjamin Disraeli

lunes, 2 de marzo de 2015



BALDOMERA; ASESORA FINANCIERA

Dicen que dice un proverbio americano: "Antes de pedir prestado dinero a un amigo, decida cual de las dos cosas necesita más". No sé si en América se aplican el cuento. Desde luego, por estos pagos todos conocemos una raza autóctona, -la genuina y castiza raza del amigo gorrón-, que o no conoce la máxima o la considera una mínima.

CASI todos habrán gozado de la interesante (e interesada) compañía del amigo (casi siempre es realmente un conocido) gorrón que siempre se las ingenia para trasladar del billetero de usted al de él alguna que otra lechuguita con la excusa más peregrina y después le ataca la amnesia. Habrían de comer buenas dosis de rabitos de pasas porque siempre olvidan su deuda. Lástima.

Pero créanme cuando les digo la rapiña puede ser peor si da usted con uno de aquellos que, no sólo no olvidan la deuda, sino que se empeñan en devolverla. Y con jugosos intereses. Si se topa con alguno de éstos agarre fuerte la cartera...

Madrid, década de los 70 del siglo XIX. Baldomera Larra Wetoret era una sencilla esposa y abnegada madre de familia cercana a cumplir los cuarenta (que en aquellos tiempos no eran como los de ahora). Su vida hasta entonces, aunque con altibajos, no podía ser  descrita como un camino de rosas. Su padre, el insigne escritor Mariano José de Larra, se había suicidado cuando ella contaba sólo cuatro años, dejando viuda y tres hijos en una situación social de mucho "don" y económica con escaso "din".

Su madre había conseguido, con el favor de la reina, que sus hijas casaran bien. Baldomera con Carlos de Montemayor, médico de la propia Casa Real, que para las fechas sobre las que estoy narrando había marchado a Cuba a por tabaco y había olvidado regresar, dejando a Baldomera con sus hijos y sin "posibles", debiendo financiarse acudiendo a prestamistas que le exprimían el higadillo a intereses.

Y debe ser que el talento se hereda, aunque sea mutando de forma, pero a Baldomera, hija menor de Don Mariano José de Larra, para ganarse la vida en estas horas de vacas famélicas no se le ocurrió ponerse a escribir sino dedicarse a los negocios financieros: comenzó a tomar prestado dinero a diestro y siniestro, garantizando al que lo prestaba que, en un mes, le devolvería el doble. Y halló fácilmente la manera de cumplir tan gravosa obligación pagando a los primeros con el dinero que iba obteniendo a préstamo de sucesivos pardillos que acudían como moscas "al quiosco" de Baldomera, al olor de tan sustancioso interés, que en las primeras fases del negocio Baldomera cumplía religiosamente.

El negocio creció como la espuma y los clientes, llegados de Madrid y provincias limítrofes, hacían cola para efectuar sus imposiciones a las puertas del despacho de Baldomera, que comenzó ubicándose en un principio en zona más humilde (calle de la Greda - hoy calle de los Madrazo) para acabar ubicándose en zona entonces muy cotizada en la Plaza de la Paja.

Cuando se preguntaba a Baldomera por las garantías de su caja de imposiciones para caso de quiebra, ella respondía inmutable:
 - " ¿Garantía? sólo una: el viaducto".

Y lo que había de llegar, llegó: corría el mes de diciembre de 1876 cuando las murmuraciones sobre una posible falta de solvencia del negocio de Baldomera corrían ya de boca en boca por la Villa y Corte. Y ella no fue para el viaducto, sino que se esfumó una noche desde su palco en el Teatro la Zarzuela, cuando apagaron la luz y comenzó la función, con todo el dinero que consiguió acarrear. 

Dos años después, localizada en Francia, fue detenida, extraditada y juzgada en España. En su defensa esgrimió que la culpa de su fracaso la había tenido la mala publicidad que le había hecho la prensa. Con todo, el juez la condenó a seis años de cárcel de los que sólo cumplió una pequeña parte. ¿Por qué? Por discriminación positiva. No hay mal que por bien no venga y por aquel entonces una mujer casada no podía contraer obligación ninguna sin autorización de su marido y Baldomera no la había tenido cuando suscribió sus contratos de préstamo. Ella, enferma y en la cárcel, desistió de recurrir la sentencia, pero el letrado de uno de sus asistentes presentó recurso en su nombre, recurso que fue resuelto por sentencia del Tribunal Supremo que, aceptando los argumentos de su falta de capacidad para negociar, tuvo que absolverla, a pesar de considerar que los actos de Baldomera habían sido de "....trascendente inmoralidad, pero no sujetos a la acción de los Tribunales".

Baldomera salió libre. El resto de su vida se confunde entre el rumor y la leyenda.

Sin embargo, con esos escasos años de dudosa fama, se alzó con el cutre título de ser la inventora de la peligrosa estafa piramidal y gurú de tantos otros que, con las mismas artimañas, vinieron años después.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA! 

"La intención de no engañar nunca nos expone a ser engañados muchas veces",
François de La Rochefoucauld

"Cuando se dice que el dinero no hace la felicidad, se alude, evidentemente, al de los demás".
Sacha Guitry

"Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. 
Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo"
Abraham Lincoln   

lunes, 16 de febrero de 2015




CON LA LENGUA FUERA


Puede usted descubrir la vacuna contra el cáncer, construir el puente más largo del mundo sin puntos de apoyo desafiando a la gravedad, inventar un artefacto para teletransportarse o realizar la hazaña más heróica que humano pueda discurrir y, sin embargo, como algún día trascienda un desliz que cometa o sea jugoso pasto de cotilleo algun asuntillo de su vida privada, acabará usted pasando a la historia y formará parte del imaginario popular por esto último.
¿Qué es usted una reina de Egipto que provocó que temblaran los cimientos del Imperio Romano? Pues pasará usted a la historia como aquella que se bañaba en leche de burra y tuvo affaire con dos famosos.

¿Qué ha sido usted una insigne figura de la historia del siglo XIX, Regente de España, Principe de Vergara, victorioso en mil batallas, defensor de altos valores, respetuoso de la ley como garantía de libertades y freno de abusos y se llamaba usted Baldomero Espartero? Pues su recuerdo y méritos serán borrados de la memoria histórica y sólo se le nombrará asociado a los desarrollados órganos bilaterales de su caballo.

¿Qué se llama usted Gorbachov y es usted Premio Nobel de la Paz por ser el principal artífíce de la Perestroika? 
Pues el mundo le recordará con la imagen de un calvo con una gran mancha con forma de mapa color café en la cabeza.
¿Qué es usted uno de los físicos más importantes del siglo .XX? 
Pues se acordarán más de su lengua que de usted...



Club Princeton (Princetown, Nueva York), 14 de marzo de 1951. El fotógrafo profesional Arthur Sasse, -ya en edad de jubilación-, permanecía apostado con el resto de fotógrafos en la puerta del Club Princeton, ejerciendo el oficio de lo que ha venido llamándose paparazzo, con la confianza de obtener alguna buena fotografía del ilustre científico Albert Einstein, quien se encontraba en el club celebrando su cumpleaños y recibiendo, con ese motivo, el homenaje de un grupo de influyentes personajes del mundo académico.

Trascurrido un tiempo vieron, por fin, salir del edificio al científico y comenzaron ávidos a disparar sus máquinas. A Einstein pronto le saturó la situación, sacando su mal humor a relucir, demostrando su hartazgo imprecando a los fotógrafos a la voz de : "¡Basta ya; ya es suficiente!".

Salía con los Adeloytte, matrimonio que amablemente se había ofrecido a llevar al físico a su casa en Mercer Street, y juntos se introdujeron en el asiento trasero de su vehículo, mientras crecía la cólera e indignación de Einstein. Y fue así cuando, decidido a estropear la instantánea del último fotógrafo que insistía en obtener una postrera buena toma, le obsequió, sin desearlo, con una obra icónica que marcaría la imagen que a todos nos viene a la mente con solo mencionar el nombre del científico. Y ello porque la actitud que adoptó para malograr la foto fue la de abrir sus fauces todo cuanto pudo y extender hacia la cámara una gigantesca y descarada lengua. En ese preciso instante el fotógrafo disparó.

 El campo total de la foto incluía al matrimonio Adeloytte pero Sasse la recortó, dejando en un primer y único plano la descocada faz de Einstein.

Los editores tuvieron en un principio reparos en publicarla pero, finalmente, se decidieron a hacerlo y el éxito de la misma fue rotundo.

El propio Einstein se rindió ante el encanto de la foto y encargó para sí nueve copias de la misma. Una de ellas llegó a ser subastada en 2009 por la nada desdeñable cifra de 74.000 dolares.

En ésta última constaba una dedicatoria del Nobel al periodista Homard Smith que rezaba con el siguiente tenor literal:  “Te gustará este gesto porque está dedicado a toda la humanidad. Un civil puede permitirse cosas que un diplomático no se atrevería a hacer. Tu leal y agradecido oyente, A. Einstein ’53”.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!


"Es una cosa bastante repugnante el éxito. Su falsa semejanza con el mérito engaña a los hombres".
Victor Hugo

"Hazme ciento y márrame una: de las noventa y nueve ninguna."

Refrán español 

lunes, 2 de febrero de 2015

HAY UNA CARTA PARA USTED


Hay lugares que, definitivamente, han perdido su esplendor y encanto en los últimos años. Y no me refiero a Marbella, sino a algo mucho más cercano a su domicilio: el buzón de su casa.
¿Recuerdan aquellos años en que comprobar su buzón para recoger los frutos que "el destino" le había hecho llegar estaba CASI siempre revestida de expectación e ilusión contenida ante la posibilidad de recibir alguna maravillosa sorpresa?. Algo así como cuando uno compra un boleto de la primitiva y, después del sorteo, comprueba los resultados siempre con el anhelo de descubrir que la combinación premiada coincida con los números de su apuesta. CASI CASI nunca lo hacen, pero la ilusión se mantiene impertérrita. 

Hoy en día, abrir el buzón es una desagradable tarea que te llena de publicidad, misivas aburridas de las entidades bancarias o facturas varias.

 Decepcionante. 
Definitivamente los buzones ya no son lo que eran. Bueno, salvo para aquellos que deciden alegrarse la vida remitiéndose por correo sorpresas a si mismos...
1898, Forest Hill (Kent. Reino Unido). Un joven de 19 años, de nombre W.Reginald Bray, adquiría un singular libro: un manual que describía detalladamente la normativa reguladora del funcionamiento del sistema de correos vigente, por aquel entonces, en el Reino Unido. El sistema resultaba francamente intrincado; sin embargo, las tarifas establecidas eran bastante módicas y asequibles. Decidido Bray a comprobar si las oficinas postales eran capaces de dar cumplimiento a las curiosas normas establecidas, -la que más le llamaba la atención era aquella que establecía que no era necesario empaquetar ni ensobrar los objetos a enviar-, comenzó su espectacular experimento: durante varios años se dedicó, sin reparo ninguno, a expedir los más peregrinos envíos a través de la Oficina de Correos, teniendo como destinatarios a si mismo, a sus padres y a sus fascinados amigos.
Para no ser excesivamente prolijos, solo mencionaré algunas de las curiosidades remitidas, (siempre sin embalar pero con su correspondiente sello y con la identificación del destinatario en algún punto visible del objeto del envío): una colilla de cigarro; una cebolla; una mata de algas bastante secas; el cráneo de un conejo con la dirección del destinatario escrita a lo largo del hueso nasal; una tubería; un nabo con la dirección del destinatario cuidadosamente tallada en su superficie... Entusiasmado con cada éxito de sus surrealistas pruebas experimentales, Bray experimentaba explosiones de júbilo a la recepción de cada envío.
Dado que las normas establecían la posibilidad de remitir criaturas vivas siempre que tuvieran un tamaño comprendido entre el de una abeja y el de un elefante, Bray puso a prueba la veracidad de dicho criterio remitiendo a Bob, su perro, a su propia casa, que fue recibido en el domicilio en el brevísimo plazo de seis minutos. Queriendo probar al límite la eficacia del Servicio Postal y el cumplimiento de sus normas, concluyó que debería tratar de enviarse a si mismo. Y así lo hizo. Y corría el mes de noviembre de 1903 cuando un funcionario ciclista del Servicio de Correos hizo entrega al padre de Bray de su excéntrico hijo Reginald identificado con la dirección de destino y franqueado con sus correspondientes sellos. Eso sí, a Bray le tocó dar pedales a la bicicleta (existe un formulario oficial fechado en 14 de noviembre de 1903 y rubricado por el responsable de la oficina postal de Forest Hill que atestigua la entrega ciclista de una persona en la dirección postal de la familia Bray así como constancia fotográfica de Mr.Edmund Bray aceptando y firmando la entrega mediante correo certificado en su domicilio por el cartero-ciclista ).

Con la guasa propia de Bray, éste manifestaría en un artículo periodístico la mayor utilidad que había encontrado al Servicio de Correos británico, con el siguiente tenor literal: "...en una noche de mucha niebla no puedes encontrar la casa de un amigo, así que, en lugar de vagar durante horas, te remites por correo y te entregan en unos minutos..."

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"Nadie es más solitario que aquél que nunca ha recibido una carta."
Elías Canetti

"Las cartas son como paquetes que contienen sorpresas."
Doménico Cieri Estrada

"Las mejores cartas de amor de una mujer son las que escribe al hombre que engaña".
Lawrence Durrell

lunes, 19 de enero de 2015

PACO-FU


Nada claro tengo que realmente exista lo que muchos llaman "tu media naranja". Probablemente no siempre haya un roto para un descosido y muchas ollas tengan que hervir siempre sin tapadera. Lo que sí tengo claro es que hay ojos que se enamoran de legañas, pero ese será tema para las reflexiones de otro lunes. Las de hoy las dedicaremos al Doppelgänger, término alemán que se ha generalizado en otras lenguas para denominar a esos "otro yo", a esas personas que, sin tener en común sangre, familia, ciudad, país, y a veces ni siquiera continente, son, por insondable misterio de la naturaleza, como dos gotas de agua,

¿Cómo cree usted que reaccionaría si se encontrara frente a frente, y sin mediar espejo, con alguien igualito que usted? Y ¿cómo cree que reaccionaria si, con toda naturalidad, alguien le tratase como si fuera él...?


Tailandia, finales del siglo XX. El magno y universalmente considerado genio de la guitarra y gran compositor musical Francisco Sánchez Gómez, mejor conocido como Paco de Lucía - en honor a Lucía, su madre-, se encontraba en cierta ocasión en un aeropuerto tailandés cuando, como habitualmente le ocurría, se le acercó emocionado un admirador para solicitarle la firma de un autógrafo.

Poco se extrañó, en un principio, el maestro, por ser una situación que vivía con frecuencia . Sin embargo, pronto la situación se tornó algo surrealista y excepcional cuando se apercibió de que el emocionado fan le había confundido con otro hombre de fama: el actor David Carradine. Y, sin dudarlo un minuto, tuvo a bien no importunar al encantado admirador y dejarlo marchar satisfecho para lo cual , haciendo gala de la guasa algecireña, firmó y rubricó en la libreta que éste le tendía del siguiente modo: 
"David Carradine"·

Sin más.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"Por naturaleza, los hombres son muy parecidos entre sí. Son el saber y la experiencia lo que los diferencia."
Confucio

"Todos los que parecen estúpidos, lo son y, además, también lo son la mitad 
de los que no lo parecen". 
Francisco de Quevedo

"Quien se parece a su padre, a su madre honra."
Refrán Popular