CONTRA LA IRA... TEMPLANZA
Reza un sabio proverbio italiano que "sólo los verdaderos amigos nos dicen que tenemos la cara sucia".
Confesarle a un prójimo apreciado que, sin saberlo, se pasea por ahí mostrando un rostro desaseado y poco presentable, requiere una gran dosis de valor y otro tanto de cariño ya que siempre corres el peligro de que el del chafarrinón en la cara se empecine en que él tiene el semblante impoluto y, de regalo, te propine un enfado y una indignación hacia ti monumentales.
¡Que bien estaría tener siempre la templanza de escuchar a aquellos que nos quieren, aunque no nos guste oír el mensaje que, a veces, para su desdicha, les toca confesarnos!
Gengis Khan (1162-1227). Imperio Mongol (siglos XII-XIII), El poderoso emperador Gengis Khan gustaba de organizar, en periodos de descanso entre las guerras, grandes partidas de caza por los frondosos bosques de algunos parajes de su vasto imperio. En ellas, el emperador siempre lucía orgulloso, sobre su brazo, su mejor halcón adiestrado.
Confesarle a un prójimo apreciado que, sin saberlo, se pasea por ahí mostrando un rostro desaseado y poco presentable, requiere una gran dosis de valor y otro tanto de cariño ya que siempre corres el peligro de que el del chafarrinón en la cara se empecine en que él tiene el semblante impoluto y, de regalo, te propine un enfado y una indignación hacia ti monumentales.
¡Que bien estaría tener siempre la templanza de escuchar a aquellos que nos quieren, aunque no nos guste oír el mensaje que, a veces, para su desdicha, les toca confesarnos!
Gengis Khan (1162-1227). Imperio Mongol (siglos XII-XIII), El poderoso emperador Gengis Khan gustaba de organizar, en periodos de descanso entre las guerras, grandes partidas de caza por los frondosos bosques de algunos parajes de su vasto imperio. En ellas, el emperador siempre lucía orgulloso, sobre su brazo, su mejor halcón adiestrado.
Un día, llegada a su fin la agotadora jornada de caza, decidió regresar cabalgando en solitario, atravesando el bosque, con la sola compañía de su fiel halcón favorito. Tras un caluroso día, el rey sintió la necesidad de beber y, conocedor como era del territorio, se dirigió hacia un manantial cercano. El halcón, minutos antes, había levantado el vuelo y se había perdido de la vista del rey.
Llegado al emplazamiento donde habitualmente fluían las aguas, Gengis Khan descubrió, con decepción, que el fuerte calor del verano casi lo había desecado y, únicamente, descorrían por la roca unas escasas gotas. No obstante, sacó del zurrón su taza y, con paciencia, fué llenándola, gota a gota, para poder beber. Cuando por fin se disponía a hacerlo, percibió que una especie de gran saeta se le acercaba, rauda desde lo alto, y le arrebataba de las manos el tazón, vertiéndose así toda la anhelada agua. Sorprendido, observó que era su estimado halcón el que había realizado tan osada acción.
Tres veces más lo intentó y tres veces el halcón repitió, temerariamente, la afrenta de arrebatar al emperador el agua de la misma boca. Furioso, el rey, que había amenazado de muerte al ave en las tres ocasiones anteriores, en ésta, la última, desenvainó la espada y materializó la amenaza, atravesando con herida mortal a su halcón favorito.
Sin remordimiento ninguno, y agotado ya el hilo de agua de la escorrentía, se propuso, testarudamente, salirse con la suya y beber de la propia fuente del manantial. Para ello, trepó roca arriba y, cuando coronó la cima, encontró su ansiado manantial reducido, por causa del calor estival, a un escaso charco en el centro del cual yacía, sin vida, la serpiente más venenosa, cuyo cadáver había emponzoñado el agua que minutos antes discurría roca abajo y que él había estado a punto de ingerir.
El emperador quedó estupefacto: su leal halcón le había salvado la vida y él, a cambio, le había dado muerte. Desolado, recogió el ave, ya inane, lo montó con solemnidad sobre su cabalgadura y prosiguió, misérrimo, su camino de regreso.
Ese día el emperador había aprendido, con alto coste, una valiosa lección: nunca se debe actuar bajo los efectos de la ira.
Y otra, igualmente preciosa: un amigo verdaderamente fiel es el mayor de los tesoros.
Llegado al emplazamiento donde habitualmente fluían las aguas, Gengis Khan descubrió, con decepción, que el fuerte calor del verano casi lo había desecado y, únicamente, descorrían por la roca unas escasas gotas. No obstante, sacó del zurrón su taza y, con paciencia, fué llenándola, gota a gota, para poder beber. Cuando por fin se disponía a hacerlo, percibió que una especie de gran saeta se le acercaba, rauda desde lo alto, y le arrebataba de las manos el tazón, vertiéndose así toda la anhelada agua. Sorprendido, observó que era su estimado halcón el que había realizado tan osada acción.
Tres veces más lo intentó y tres veces el halcón repitió, temerariamente, la afrenta de arrebatar al emperador el agua de la misma boca. Furioso, el rey, que había amenazado de muerte al ave en las tres ocasiones anteriores, en ésta, la última, desenvainó la espada y materializó la amenaza, atravesando con herida mortal a su halcón favorito.
Sin remordimiento ninguno, y agotado ya el hilo de agua de la escorrentía, se propuso, testarudamente, salirse con la suya y beber de la propia fuente del manantial. Para ello, trepó roca arriba y, cuando coronó la cima, encontró su ansiado manantial reducido, por causa del calor estival, a un escaso charco en el centro del cual yacía, sin vida, la serpiente más venenosa, cuyo cadáver había emponzoñado el agua que minutos antes discurría roca abajo y que él había estado a punto de ingerir.
El emperador quedó estupefacto: su leal halcón le había salvado la vida y él, a cambio, le había dado muerte. Desolado, recogió el ave, ya inane, lo montó con solemnidad sobre su cabalgadura y prosiguió, misérrimo, su camino de regreso.
Ese día el emperador había aprendido, con alto coste, una valiosa lección: nunca se debe actuar bajo los efectos de la ira.
Y otra, igualmente preciosa: un amigo verdaderamente fiel es el mayor de los tesoros.
¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!
Qué hermosa lección la de esta semana...y qué dificil no sucumbir a la ira en la vida diaria, con la cantidad de "motivos" que sin querer nos atormentan haciendo que "perdamos los estribos".
ResponderEliminarAprendamos a escuchar(en general) y sobre todo a las personas que nos quieren!!.
JJ
Muy bonito!!!
ResponderEliminarFeliz Lunes
Contra pereza, diligencia.
ResponderEliminarSalud
Casilda Casi! Qué grande eres! efectivamente la ira es un ácido que hace más daño al recipiente que lo contiene que a la superficie sobre la que se echa...(cuántas veces quisieramos dar marcha atrás en el tiempo y enmendar situaciones en las que el descontrol y las circunstancias se han hecho dueñas de nosotros) y aqunue no se eche fuera ese ácido también hace mucho daño tenerlo dentro. Inspirar, expirar, y leerte, ayuda bastante amiga mía ;)
ResponderEliminarmuchos besos.
Daniel Beltrán
Gracias por tu post de este lunes Casilda, siempre aprendemos algo cada lunes contigo.
ResponderEliminarUn beso :)
Gracias Casilda, muy bonito, ¡viva los buenos amigos!
ResponderEliminarEQR
ala! ya tenemos para pensar toda la semana. Cuanta gente habremos dejado atras quizas, por no ver que solo querian evitarnos beber aguas envenenadas y otras tantas nos han apartado de su camino sin que llegaran a saber quien había secado el torrente envenenado
ResponderEliminarMuy buena entrada!!.. Siempre nos haces pensar.
ResponderEliminarUn beso grande.
OTRO DÍA PERFECTO
http://perfectodia.blogspot.com.es
Casilda, que bonita historia. Qué lección para el emperador y qué pena me da el pobre halcón. A veces estamos ciegos y no vemos la realidad. Qué cierto es eso de que quien bien te quiere te hará llorar.
ResponderEliminarDijo el propio Gengis Khan: "Ten el valor de la astucia que frena la cólera y espera el momento propio para desencadenarla".
Me parece que no fue consecuente con sus ideas. Mejor hubiera sido morderse la lengua,contar hasta diez y soltarle un improperio de los peores a su leal amigo el halcón.
Como siempre la historia es fantástica y el dibujo una preciosidad.
Besos, LDDE
ES CIERO QUE SOLEMOS ACTUAN A CIEGAS SIN PENSAR MAS ALLA
ResponderEliminarY NO NOS DAMOS CUENTA DE LO QUE TENEMOS HASTA QUE LO PERDEMOS ,
ES CIERO QUE UN BUEN AMIGO ES LO MEJOR QUE PODEMOS TENER
PETONS
CRISTINA
Que gran leccion nos das como siempre Casilda.Hoy debo aplicarme que debo ser mas paciente y reflexiva antes de tomar una decision .Cosa que a veces me olvido de hacer ya que soy un poco impulsiva. Tambien creo que debemos cuidar mucho mucho.......de nuestras amistades ya que quien tiene un amigo tiene un tesoro.Excelente dibujo y gran historia.Hasta la proxima semana.Besos
ResponderEliminarEs dificil decirle a una persona que se calme cuando esta muy pero muy enojado. Supongo que nos tendriamos que entrenar para saber como reaccionar ante situaciones dificiles, antes de mandarnos una macana, y no terminar haciendo lo que hizo este hombre.
ResponderEliminarMuy bueno la historia.
Saludos :)
Me ha gustado mucho la historia.A ver si aprendemos a escuchar a las personas que nos quieren, porque a veces nos resbalan los juicios más certeros.Hasta el lunes gran Casilda.
EliminarMP
Impresionante Casilda, me ha encantado
ResponderEliminarGracias Casilda por tus palabras....pero viendo tu blogg las agradezco mas....un saludo
ResponderEliminar¡Grande y sabia Casilda!
ResponderEliminarTemplanza es lo q me falta. Amigos, gracias a Dios, no. Tengo un tesoro, entre el q despuntas tú!!!!!
Besos y enhorabuena por el post! Os superaís de semana en semana
que historia! me ha encantado! feliz martes!
ResponderEliminarMaravilloso y ejemplar relato, Casilda, me encanta pasar por aquí y leerte.
ResponderEliminarBesos
AWESOME! AS USUAL!!!!
ResponderEliminarGracias Casilda...estupenda historia!!!
ResponderEliminarPB
Gran historia, feliz semana a ti tb!! http://universovarietes.blogspot.com.es/2013/01/monica-cruz-bombo-y-platillo_21.html
ResponderEliminarGRAN historia !gran relato !Aveces no sabemos reconocer al verdadero amigo que tenemos a nuestro lado .Esto me enseña a ser cauto con los que me rodean.
ResponderEliminarBella historia! Bello Post! Gcs por compartirlo tesoro!
ResponderEliminarbesitos desde www.theglamorousunicorn.com
Yo no gozo de ni una ni la otra
ResponderEliminaraunque si me gana el mal caracter... pero ultimamente estoy en otra orbita
no se si por lo que he vividorecientemente con muertes de familiares, o el paracaidismo
o porque simplemente siento que el ver la actitud de otros refleja tanto d euno
y a veces no reflejas algo lindo
hay unba persona en tuiter y los blogs que bien podria despertarme ira y odio pero sinceramente es invertirle demasiado
aunque cuidate de ella
@mafaldasexi es mi peor juez aunqueno se fije en ella lo que es
Cómo me ha gustado la historia, además yo siempre digo que me gustaría tener más templanza... es una cualidad que admiro muchísimo. Gracias por tu visita a La Macedonia, Casilda, te sigo;)))
ResponderEliminarMe ha encantado, tengo que tener un poco más de paciencia. Un saludo :)
ResponderEliminartienes un regalo en mi blog, si te apetece pasate a recogerlo.
ResponderEliminarespero que te guste.
un saludo desde todopuntoapunto.blogspot.com
Qué bonita historia! Un besote y feliz finde
ResponderEliminarHola Casilda, más vale tarde que nunca ya me tienes por aquí y desde luego que me quedo. A mi estas historias me fascinan. Me cuesta mucho ser directa con algunas personas, pero es algo que estoy consiguiendo y creo que lo agradecen después enormemente. Un beso Casilda!
ResponderEliminarDesde luego, qué difícil el papel del buen amigo.. Sin duda es mucho más cómodo mentir y disimular evitando el conflicto.
ResponderEliminarConviene tenerlo en cuenta al recibir la crítica amiga y recibirla siempre con cariño y ...templanza! :)
Que ya lo dice el refrán: "Quien bien te quiere, te hará llorar" (bueno, tampoco hace falta llegar a las lágrimas con la crítica... Se puede hacer con delicadeza! :P)
Un beso y Feliz tarde de sábado!
E.
Gracias por visitar mi blog.
ResponderEliminarYo creo que la ira sólo consigue crear tensión y desasosiego a nuestro alrededor y sobre todo en las personas que nos quieren.
Besos...
Gracias por visitar mi blog. Me ha llamado la atención el nombre de tu blog, porque te llamas igual que mi madre Casilda y le dicen Casi. Que curioso es un nombre muy poco comun.
ResponderEliminarMe quedo a seguirte y leerte.
Un saludo
Evita
gracias por tus palabras de mi blog ;)
ResponderEliminarme quedo y te sigo de cerca
Muy bonito y muy cierto lo k dices...por desgracia he sido halcón en otras vidas ;)
Sara
www.entonosarena.com
¡¡Hola amig@!!
ResponderEliminarUn poco de casualidad o por fortuna quien sabe, el caso es que he conocido tu blog a través del de una amiga, compañera también bloggera y quería pasarme por tu "rinconcito" para saludarte.
También quiero aprovechar si me lo permites y no te importa claro, para poder animarte a continuar con el el trabajo así en esta línea, ya que lo haces bastante bien y también puede resultar útil para bastantes personas.
No podía ni quería marcharme de "tu casa" sin desearte buena suerte y decirte que si me lo permites, volveré para ver posibles novedades que pudiera producirse con el tiempo.
Sino te importa me quedaré por "tu casa", para leerte con más frecuencia siempre que pueda.
Si te apetece puedes pasarte por felicidadenlavida
Hasta la próxima te dejo un gran abrazo;
Francisco M.
¡Me ha parecido una historia con una moraleja realmente llena de sabiduría! Aunque a veces la verdad nos duela, es humilde aceptar nuestros errores y defectos, y no cegarnos por el miedo a reconocerlos, porque es muy cierto que pasamos por alto quién desea hacernos una crítica constructiva y quién una destructiva :)
ResponderEliminarhttp://petiteadalid.blogspot.com.es/
Bonita reflexión para comenzar la semana. Gracias por pasarte por mi blog.
ResponderEliminarUn saludo.
http://textileselcaracol.blogspot.com.es
Muy bueno. El relato perfecto para ilustrar la ira: La ira es estúpida, seamos inteligentes. Buen finde.
ResponderEliminarK.L.