SORPRESAS DE UN AÑO NUEVO
31 de Diciembre. Postrer día del año.
La costumbre nos lleva en estas fechas a hacer balance de lo pasado, a coleccionar un amplio racimo de propósitos para el año nuevo (que con toda probabilidad no cumpliremos) y a repartir de forma refleja, a diestra y a siniestra, repetido como un mantra, nuestro deseo de que el año que en breve despega sea portador de dicha, éxitos y bienandanzas para todo aquel que se cruza en nuestro camino.
Un año a estrenar. A veces, a pesar de que en el momento del debut se vislumbren las mejores perspectivas, la cosilla se va torciendo mes a mes y acabamos deseando que las semanas pasen al galope y que llegue de nuevo diciembre con la esperanza infantil de que, con el cambio de cifra, muden también el viento y la fortuna y podamos dar cabo con el tormento.
Un año a estrenar. A veces, a pesar de que en el momento del debut se vislumbren las mejores perspectivas, la cosilla se va torciendo mes a mes y acabamos deseando que las semanas pasen al galope y que llegue de nuevo diciembre con la esperanza infantil de que, con el cambio de cifra, muden también el viento y la fortuna y podamos dar cabo con el tormento.
Sin embargo, en ocasiones empezamos un año con el pié izquierdo, con malas expectativas y peores augurios; año que acaba en 13, empieza un martes y, no obstante, puede llegar a ser, contra todo pronóstico, ... ¡el año de nuestra vida!
Y si no lo creéis así...¡preguntadle al jardinero! ...
Isin (Babilonia) año 1860 antes de Cristo. Existía en la antigua Babilonia un drástico rito de año nuevo consistente en sacrificar, cada fin de año, la vida del monarca reinante como ofrenda propiciatoria a los dioses.
Hecha la ley, hecha la trampa. Los reyes, que no estaban dispuestos a morir por una costumbre tan caprichosa como cruenta, evitaban ostentar ellos el protagonismo de tan radical sacrificio, sirviéndose de una cruel aunque práctica y efectiva triquiñuela: cada año elegían, de entre los mendigos del reino, uno al que designaban como "rey por un día". Este título, tan ampuloso como eufemístico, albergaba la cesión puntual de los privilegios regios pero también sus obligaciones, entre ellas la más que gravosa de ser sacrificado.
Gobernando el rey Erra.Imitti, éste soberano se dispuso, la mañana de un día de año nuevo, a salir de su palacio a fin de seleccionar intramuros al "afortunado" que, de entre los mendigos, habría de ser el designado para sustituirle en la mortal ceremonia.
Hecha la ley, hecha la trampa. Los reyes, que no estaban dispuestos a morir por una costumbre tan caprichosa como cruenta, evitaban ostentar ellos el protagonismo de tan radical sacrificio, sirviéndose de una cruel aunque práctica y efectiva triquiñuela: cada año elegían, de entre los mendigos del reino, uno al que designaban como "rey por un día". Este título, tan ampuloso como eufemístico, albergaba la cesión puntual de los privilegios regios pero también sus obligaciones, entre ellas la más que gravosa de ser sacrificado.
Gobernando el rey Erra.Imitti, éste soberano se dispuso, la mañana de un día de año nuevo, a salir de su palacio a fin de seleccionar intramuros al "afortunado" que, de entre los mendigos, habría de ser el designado para sustituirle en la mortal ceremonia.
Atravesó los jardines perezoso y, habiendo divisado a su jardinero, decidió, para no cansarse más, que éste sería el infausto candidato seleccionado.
Enil.Bani, ese era el nombre del jardinero, sintió la tierra de su amado jardín resquebrajarse bajo sus pies, al ser consciente de que una muerte ineludible y despiadada le aguardaba en menos de veinticuatro horas.
Una vez engalanado con la túnica y los aderezos regios y listo para ser conducido a su fatal destino final, dando ya su vida por pedida, recibió un verdadero regalo de año nuevo: el genuino monarca, Erra.Imitti, ¿casualidad o destino fatal?, sufrió un colapso y cayó a tierra fulminado por una muerte súbita.
Fallecido ya un rey, el sacrificio estaba ofrecido; el requisito cumplido. Y nuestro venturoso jardinero continuó siendo soberano de Isin durante otros veinticuatro propicios años, llegando a ser el segundo monarca más longevo de su dinastía en Babilonia.
Parece un cuento pero es Historia.
Parece un cuento pero es Historia.
¡FELIZ 2013!
¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!
"Una vez terminado el juego el rey y el peón vuelven a la misma caja" .
Proverbio italiano.
"Ningún gitano quiere que sus hijos tengan buenos principios".
Refrán español.
"Hasta el rabo, todo es toro"
(Refrán español)