NOCHE DE PAZ ♫♪

A todos mis queridos lectores, a los que me habéis seguido desde el primer día y a los que os habéis ido incorporando con posterioridad, quiero transmitiros mi más profundo agradecimiento. Me ha conmovido la fidelidad y el cariño con que me habéis acompañado en mis primeros meses y seré feliz si soy capaz, con mi trabajo de cada semana, de seguir narrando historias interesantes que continúen atrayendo vuestra atención y consigan iluminar, un poquito, vuestros lunes. Es mi deseo. De corazón:¡Millones de GRACIAS a todos!

Y otro gran deseo: nunca perdáis el espíritu de la NAVIDAD.

24 de Diciembre de 1914. I Guerra Mundial. Frente occidental (Europa). El Kaiser Guillermo II  había ordenado enviar al frente,  para el disfrute de los combatientes de primera linea, raciones extra de comida y bebidas espirituosas, así como una gran partida de abetos iluminados. Los soldados alemanes colocaron los abetos navideños en los límites de sus trincheras y comenzaron a cantar. Los aliados, desde sus baluartes, admirados por la música que llegaba a sus oídos y por las pequeñas luces que avistaban, fueron, poco a poco, uniendo sus voces a los coros de sus enemigos germanos.
Al alba, varios soldados alemanes asomaron de sus trincheras con banderas blancas y fueron saliendo, desarmados, hacia "tierra de nadie". Tras un comprensible recelo inicial, los soldados aliados se unieron a sus adversarios en el campo de batalla. Durante ese día confraternizaron, compartieron las viandas que unos y otros poseían, organizaron pequeños encuentros futbolísticos amistosos, celebraron hermanadamente oficios religiosos conjuntos y todos disfrutaron de un relajado día de tregua navideña.

El conocimiento de este armisticio espontáneo causó la ira de los altos mandos militares de ambos bandos, que tomaron severas represalias; pero ya no pudieron evitar la felicidad, concordia y armonía del día de tregua navideña que, a pesar de los intentos de los Estados Mayores por ocultar lo que consideraron un oprobio para el ejército, había pasado ya a ser un pequeño capítulo ejemplar de la historia de Europa.

En las fechas tan importantes en que nos encontramos, quiero transmitiros que mi mayor felicidad es que tengáis todos una muy 

¡FELIZ NAVIDAD! 

Y, como siempre,

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"Ójala pudiésemos meter el espíritu de NAvidad en jarros y abrir un jarro cada mes del año".

 Harlan Miller

"Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año"

Charles Dickens

"Más vale una paz relativa que una guerra ganada"

María Teresa I de Austria . Emperatriz