lunes, 7 de abril de 2014

DINAMITA PA' LOS POLLOS


Se dice allende los mares, hacia poniente, que el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones.  Y es que están muy bien, las buenas intenciones, pero a veces desembocan directitas en el abismo; y al fondo, el señor de rojo escarlata, con rabo y tridente. 
Ya lo decía Serrat: "Porque la quería, por no despertarla, dejó de dirigirle la palabra,,,"
Ya lo dicen los que huyen; "Porque no te quiero hacer daño... "
Ya lo decía su amiga; "No te preocupes, mientras estás de viaje ya me ocupo yo de que no lo pase mal tu novio..."
Ya lo decía su pandilla favorita; "Fuimos a cenar pero no te avisamos para no molestarte, pues pensamos que estabas muy liado...".
Ya lo decían los novios: "No os hemos invitado para no poneros en un compromiso...."

Sólo, buenas intenciones.

Ya lo dijo el ingeniero....

Suecia; Belle Époque. Alfred, hijo de un ingeniero fabricante de armas sueco cuya fábrica había quebrado, mantenía la vocación familiar paterna por lo que, tras estudiar química, dedicaba su vida a experimentar e investigar para conseguir la invención de un material explosivo novedoso. En principio se dedicó al estudio de la nitroglicerina. A consecuencia de unos experimentos suyos, en septiembre de 1864 se produjo un gravísimo accidente con múltiples fallecimientos, incluido el de su hermano Emil.
Pero el químico no cejaba en su interés por obtener resultados a su labor investigadora con la que prosiguió. Y, por fin, en 1867 lo consiguió: había descubierto la dinamita.
Su obsesión se centraba en un objetivo: producir una sustancia o maquinaria de efectos tan devastadores que la guerra deviniera imposible ante el temor de las naciones de que el enemigo pudiera utilizarla.
En este sentido, en 1891 declaraba "quizás mis fábricas pondrán fin a la guerra: el día en que dos cuerpos de ejército puedan aniquilarse mutuamente en un segundo, todas las naciones civilizadas con certeza retrocederán con horror y disolverán sus tropas".
A pesar de su particular visión de que su recién estrenado explosivo invento sería un instrumento de paz, lo cierto es que la dinamita comenzó pronto a utilizarse como arma para atemorizar a la gente en usos civiles y como mortífero instrumento en tiempos de guerra. Los ingresos para nuestro inventor fueron multimillonarios y rápidamente amasó una gran fortuna.

Sus buenas intenciones de conseguir la paz mundial se habían materializado en realidad en unas aplicaciones de su invento al servicio de la destrucción y la guerra.

Alfred Bernhard Nobel, que así se llamaba nuestro ingeniero, llegó al fin de sus días atribulado por el mal involuntariamente causado a la humanidad y para compensarlo, dejó escrito en su testamento lo siguiente:

"El que suscribe, Alfred Bernhard Nobel, declaro por este medio tras profunda reflexión, que mi última voluntad respecto a los bienes que puedo legar tras mi muerte es la siguiente:
Se dispondrá como sigue de todo el remanente de la fortuna realizable que deje al morir: el capital, realizado en valores seguros por mis testamentarios, constituirá un fondo cuyo interés se distribuirá anualmente como recompensa a los que, durante el año anterior, hubieran prestado a la humanidad los mayores servicios. El total se dividirá en cinco partes iguales, que se concederán: una a quien, en el ramo de las Ciencias Físicas, haya hecho el descubrimiento o invento más importante; otra a quien lo haya hecho en Química o introducido en ella el mejor perfeccionamiento; la tercera al autor del más importante descubrimiento en Fisiología o Medicina; la cuarta al que haya producido la obra literaria más notable en el sentido del idealismo; por último, la quinta parte a quien haya laborado más y mejor en la obra de la fraternidad de los pueblos, a favor de la supresión o reducción de los ejércitos permanentes, y en pro de la formación y propagación de Congresos por la Paz. .../....."
París, 27 de noviembre de 1895.
Y esta es la historia del nacimiento de los premios Nobel, que se otorgan cada año, desde 1901, el 10 de diciembre, fecha en la que en el año 1896 falleció Alfred Bernhard Nobel. Los galardonados reciben una medalla un diploma y la motivadora suma de 1.2 millones de dólares.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!
 "Nadie recordaría al buen samaritano,si además de buenas intenciones no hubiera tenido dinero". 
Margaret Thatcher
"Con buenas palabras se puede negociar, pero para engrandecerse se requieren buenas obras".
Lao Tsé 

9 comentarios:

  1. ¡¡¡Pero qué científica se está volviendo Casilda!!! Llámenme gitano, pero me parece que hoy en día 1 millón de dólares es poco dinero para lo que es el Nobel... aunque nada como que uno de los especímenes con que trabajo me pregunte: ¿ese Nobel es el mismo que el del tabaco?

    Larga vida y prosperidad.

    ResponderEliminar
  2. Como siempre genial,No dejas de sorprenderme.

    ResponderEliminar
  3. No conocia esta historia, interesante.
    :)

    ResponderEliminar
  4. Siempre nos deleitas cada semana con historias curiosas a la par que interesantes... y que la mayor parte de las veces las desconocemos (yo al menos) de una forma tan amena que nos "culturizas" sin querer. ¡¡¡que no decaiga!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "No hay mal que por bien no venga". Nobel debería haber podido ver que su invento no solo se utiliza en las guerras, sino en la construcción de túneles y otras obras de gran envergadura. Es la mano del hombre la que convierte los avances científicos en sublimes o nefastos. De todas formas bienvenidos los premios Nobel.
      Buena semana Casilda
      MP

      Eliminar
  5. Que gran historia .La desconocia ,A mi hedeconfesarte que tambien me gustaria ser merecedor de un Nobel y a elegir que fuese el de la Paz .Feliz semana

    ResponderEliminar
  6. Pues me apunto a todo lo dicho.. Muchas veces se planea algo aparentemente fenomenal..y Los resultados son nefastos.. En el caso de nobel, creo que peco de ingenuo.. Y mucho!! Pensar que POR crear un explosivo fulminante se iba a parar la escalada de violencia es de un idealismo atroz.. En fin, bienvenidos Los nobel!!

    ResponderEliminar
  7. Buen ejemplo de cordura y de civismo pese a haber descubierto algo que ha matado a millones de personas. Aunque tal vez si no lo hubiese descubierto él, lo habría descubierto otro y hubiera sido peor... quién sabe.

    ResponderEliminar
  8. Dicen por ahí que "la intención es lo que cuenta".. (aunque la mayoría de las veces no basta sólo con éso!)
    Saludos,
    E.

    ResponderEliminar