CICATERO Y CICATRIZ
Por poco patrimonio que se tenga, uno siempre es dueño de los propios silencios. Pero, por libre que uno sea, siempre será esclavo de sus palabras.
¡Que fácil y rápido resulta lanzarse a ofender a alguien! Cuanto más inocente el prójimo, más sencillo. Y que difícil en cambio, a veces imposible, conseguir diluir la afrenta y el amargo sabor a hiel que ésta ha ocasionado a ofensor y a ofendido.
Sin duda, es menor el trabajo de echar la llave a la puerta para retener a la fiera, que el de no molestarnos en echar la cancela y tener luego que salir a buscar a la bestia monte arriba, arrastrarla de vuelta hasta la jaula y pagar por todos los corderillos que ha devorado en su acto de suelta descontrolada.
Dicen que una mancha de mora con otra verde se quita y que un clavo quita otro clavo. Sin embargo, el balance final deja una inocente mora verde espachurrada y, donde estaba el clavo, un eterno agujero queda...
En un lugar llamado mundo y una vez en un momento en el tiempo, existía un jovenzuelo de carácter impulsivo y rezongón cuya cabeza se calentaba con facilidad y cuya lengua se lanzaba, como la cobra, contra todo aquel que se ponía a tiro, especialmente a sus más cercanos y allegados.
Pacienzudo y cariñoso, pero decidido a conseguir corregir el mal carácter del geniudo muchachito, su padre le entregó un día un saquito de clavos y le pidió que en cada ocasión en que le fallara la paciencia, clavase uno de ellos en la puerta de madera de entrada a la casa.
Ya sólo el primer día, debido a sus arranques de ira incontrolada, el rapaz hubo de clavar CASI cuarenta clavos pero poco a poco, día a día, no solo por la incomodidad de la tarea de clavar sino por la material evidencia de sus feos actos para todo el que por allí pasaba, el joven trató de domesticar su malaje, consciente de la inmediata ventaja de dominar su lengua, y así, semana tras semana, era cada vez menor el número de clavos que había de clavar.
Muy ufano informó a su progenitor de sus progresos y este le indicó que había llegado el momento de cambiar las instrucciones: a partir de ahora tendría que desclavar uno de los antiguos clavos cada vez que fuese consciente de haber controlado un acceso de ira. Transcurrieron los días y orgulloso, el joven, anunció a su padre que todos los clavos habían sido debidamente retirados.
Silencioso, el padre dirigió al retoño ante la horadada puerta y, con voz calmada, le manifestó:
- "Admiro tu esfuerzo y el fruto que ha obrado en tu carácter, querido hijo, pero toma nota de todos los menoscabos y muescas que ha sufrido la puerta. Esa madera nunca volverá a lucir como antes. Cada vez que te dejas llevar por tu soberbia y ofendes injustamente a alguien originas cicatrices semejantes a las que has infligido a la puerta."- " Ésta es la sabiduría a extraer: dolosa o negligentemente puedes injuriar a alguien y, más tarde, arrepentirte e intentar retirar el insulto pero el modo como lo has tratado lo habrá herido y esa lesión curará, pero la cicatriz quedará para siempre; nunca volverá a ser como antes".
¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!
"¿Qué nos pasó? Tal vez estamos en el mundo para buscar el amor, encontrarlo y perderlo, una y otra vez. Con cada amor volvemos a nacer y con cada amor que termina se nos abre una herida. Estoy llena de orgullosas cicatrices".
Isabel Allende
"Las tonterías más grandes pueden dejarte grandes cicatrices en tu vida".
Ricardo Montaner
Aaay (suspiro).. La de gente que debería leer este texto a ver si se dan cuenta de algo. Como siempre, Casilda, me ha encantado tu entrada.
ResponderEliminarUn besote grande!!
Reconozco necesitar una puerta de madera....
ResponderEliminarPreciosa entrada q hoy "me apropio y hago mía"
Un beso a las Casildas
Que sabio e inteligente padre tenia el muchachito Ojala todos los que tenemos hijos fuesemos capaces de saber corregir sus defectos como el hizo .Como siempre me dais en que pensar.Un beso Casilda
ResponderEliminarEs cierto que al final somos el resultado de lo que fuimos, nada vuelve a ser como antes. Gran texto, como siempre. Un beso y feliz semana!! http://universovarietes.blogspot.com.es/2013/10/mango-generacion-kids.html
ResponderEliminarComo siempre !GENIAL! Feliz semana
ResponderEliminarLas cicatrices se cierran si quien las sufre quiere cerrarlas; quien las provocó nunca las curará.
ResponderEliminar¡Curemos el daño y no hagamos heridas!
Sed felices esta semana.
BVC
Mea culpa!!!! Mi problema: que aguanto y aguanto... Y cuando estallo me llevo 8 puertas por delante... De madera de pino o de acero... Me da igual.. En fin, que historia mas bonita!!! Feliz semana!!!
ResponderEliminarAunque esta semana llego con retraso creo que me llevaré una puerta de madera a clase!!!
ResponderEliminarLarga vida y prosperidad.
El dolor producido por una herida pasa, pero la cicatriz, si es muy profunda, no se borra.
ResponderEliminarLDDE
Creo quesi encuentras el amor tienes que cuidarlo mimarlo y vivirlo procurando no perderlo.Ya que las cicatrices siempre dejan marcas yson dificiles de desaparecer. Feliz semana ,.Besos
ResponderEliminarQué buen ejercicio aleccionador el del padre y qué gráfica la reflexión de la puerta agujereada...
ResponderEliminarGracias, Casi por compartirlo :)
Un beso y feliz semana
E.
Que buena historia la de esta semana Casilda .Siempre dais en que reflexionar.Ojala todos los padres supiesemos manejar las situaciones pancienzudamente y cariñosamente.Un beso y felizsemana
ResponderEliminarComo siempre, tus historias nos hacen reflexionar para mejorar.
ResponderEliminarBesos y feliz comienzo de semana