DE MANTEQUILLA

Parece, no obstante, que vuelven estos aguaceros y hay, de nuevo, quien aboga por rescatar piezas del baúl vintage. Devanan sobre la conveniencia de prohibir otra vez -casi cien años después-, los requiebros callejeros y aplicar sanción a todo tipo de ellos, por considerarlos vejatorios y humillantes, silenciando así la boca de espontáneos al volante de un trailer, entre ladrillo y ladrillo, y los galanteos de poetas callejeros.
Pues, respetuosa con la ley, aprovecho este momento de sol, antes de que empiece a arreciar la tormenta, y les dedico dos, aún legales: quien fuera bizco para verlos dos veces; Dios debe estar distraído, porque los ángeles se le están escapando.
Sin olvidar nunca, claro está, ese famoso y dulce dicho de vayan por la sombra...

Esto le acarreó la servidumbre de tener que evitar, o incluso huir, de cualquier fuente de calor que pudiera derretir su delicado cuerpo.

Así, jamás se sentaba cerca de una chimenea u hoguera y caminaba siempre como la gente agraciada: por la sombra.
Y ocurrió que un día esa curiosa y aparentemente inocua paranoia le abocó directamente a la muerte. Era un día de intenso calor y, agobiado Gaspar por el peligro de derretimiento, se tiró de cabeza a un pozo y, haciendo bueno el dicho "salir de Málaga para meterse en Malagón", no se derritió pero se ahogó.
¡FELIZ LUNES, FELIZ SEMANA Y FELIZ VERANO!
"Quien sabe adular sabe calumniar"
Napoleón Bonaparte
¡Genial!
ResponderEliminarAunque un piropo bien dicho, siempre te sube la moral....
agårrate que vienen curvas!!!
ResponderEliminarLDDE
Mil gracias por la historia Casilda :)
ResponderEliminarNo vayas por el sol... ;)