lunes, 10 de marzo de 2014

BROMAS REBELDES

Winston Churchill dijo, entre sus múltiples perlas, que "una broma es una cosa muy seria". Y yo coincido con él.
¡Qué peligrosas, las bromas, cuando se te van de las manos! Como aquellos ingleses que aparecieron un día de 1814 contando que Napoleón había muerto. La bromita corrió como la pólvora. Los británicos se la tragaron hasta la empuñadura. La Bolsa de Londres subió, en horas, como la espuma del Fairy lavavajillas en una lavadora. Los títulos públicos se alzaron a niveles estratosféricos. La noticia llegó a Francia, desde donde se desmintió el fallecimiento. La Bolsa inglesa volvió a bajar, pero a los bromistas no les sirvió aquella inocente frase de: "¡Era bromita!".
Fueron arrestados, condenados a pasar un año en prisión y hubieron de pagar mil libras cada uno y de pasar una hora en la picota pública.
Y es que, CASI siempre, las bromas se pagan. Aunque, en ocasiones, el cobrador no sea el destinatario de la primera broma...

Juan Manuel Fangio
Hotel Lincoln de La Habana (Cuba), febrero de 1958.  El gran piloto argentino de Formula i, Juan Manuel Fangio, se hallaba alojado en el hotel junto con su mánager, Marcelo Giambertone, y varios pilotos más que se habían traslado a la isla para disputar, días después, el II Gran Premio de Cuba.
La noche del 22 de febrero asistían todos a una recepción, invitados por el Ministro de las Fuerzas Armandas Cubanas, cuando a Giambertone se le acercó un soldado que le informó de una supuesta llamada telefónica. Cuando acudió a contestarla, dos soldados le retuvieron solicitándole su pasaporte y se lo llevaron detenido acusándole de espionaje y de hallarse a las órdenes del entonces guerrillero opositor al régimen establecido, Fidel Castro.
Ante la situación, Giambertone entró en pánico, pánico que se tornó en una profunda sensación de ridículo al  saberse burlado cuando oyó las carcajadas de Fangio y del Ministro, que se hallaban escondidos en la habitación contigua, siendo todos partícipes de una gran broma.
La noche siguiente y previa a la carrera Fangio conversaba con otros huéspedes en el lobby del hotel cuando un joven, apuntándole con una pistola del 45, le dijo:
-"Disculpe Fangio, va usted a tener que venir conmigo..."
El jóven lo sacó por la puerta lateral del hotel y lo metió en un coche que lo esperaba en marcha. Al principio Fangio no se preocupó, pues estaba convencido de que sólo se trataba de la revancha de la broma que la noche antes le habían propinado a su mánager, Marcelo Giambertone. Pero finalmente se percató de que se trataba de un secuestro en toda regla: había sido raptado por la guerrilla revolucionaria de los rebeldes cubanos. En pocas horas, la noticia del secuestro de Fangio corrió como Forrest Gump por toda la prensa y la radio mundial. Fangio no pudo participar en la carrera pues, en las horas de la celebración, continuaba retenido por los rebeldes. Minutos antes de comenzar la misma se extendió el rumor de que había sido liberado y se solicitó que se suspendiera, por unos minutos, el inicio del cronómetro, pero hubieron de disputar la prueba sin el piloto aún secuestrado.
Afortunadamente para él, las intenciones sólo fueron propagandísticas y al día siguiente fue liberado junto a la embajada argentina. Posteriormente, Fangio relataría que el primer secuestrador le había llevado primero a su propia casa para presentarle a su mujer y que también recordaba que le habían dado de comer carne con patatas.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!
"Las bromas son como la sal: se deben usar con gran precaución"
Juvenal
"Hay algunas cosas que son tan serias que solo puedes bromear con ellas"
Niels Henrik David Bohr

- Corroborando la teoria de BVC -

12 comentarios:

  1. Me encanta la cita del tal Niels. Afortunadamente contamos con las bromas para quitar hierro a las cosas que nos pesan de verdad...

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  2. Para evitar este tipo de situaciones, yo nunca hago bromas ;-P
    Recuerdos africanos

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  3. Esto me recuerda a la ley de Murphi, y a un principio básico de la teoría BVC: hagas lo que hagas ponte mallas.

    Larga vida y prosperidad.

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  4. Por eso no me gustan las bromas....Por eso o porque me estoy haciendo mayor
    Magnífico, comme d´habitude (y no es broma xq no bromeo nunca)

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  5. No me gustan las bromas, ni siquiera ser yo el que las haga, me ponen nervioso (y las bromas telefónicas que hacen por la radio me ponen aún más nervioso).

    Saludos.

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  6. Como siempre genial Feliz semana

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  7. Quien no hace bromas, se las cree todas, y no puede evitar ciertas situaciones.
    La ingenuidad lleva al atrevimiento.

    BVC

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  8. Casi, una pregunta, sin ánimo de ofender ¿esto que nos lleva haciendo desde hace más de dos años el desgobierno supongo que será una broma, no?
    Me encantan tus historias, leyendas y anécdotas, al menos sonreímos un rato. Gracias!!!

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  9. Yo también tengo mala experiencia con las bromas. :-))

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  10. Las bromas las carga el diablo!! Mucho cuidadin porque hay gente que se pasa siete pueblos.. Como las bromas de cuartel o de inicio de curso.. Tuvieron que prohibirlas porque provocaron heridos e incluso alguna muerte.. Creo que algunas bromas son una forma de violencia soterrada.. A mas de uno habría que hacérselo mirar.. Feliz semana!!!

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  11. No me gustan las bromes quizas es que tengo muy malos recuerdos de algunes que me hicieron en mi juventud . Feliz semana

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  12. Tampoco me gustan, me parecen de mal gusto , aunque sean bromas. Y no conocia esa historia de Fangio.
    Saludos y muy buen fin de semana:)

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