¿NO LE GUSTAN LOS LUNES?
Todos tenemos canciones "musa". Y no me estoy refiriendo ahora a la canción de nuestra vida sino a otras de lo más variopinto que, sin quererlo, provocan casi siempre sensaciones o reacciones involuntarias y espontaneas:
Eso que a algunos suscita Paquito el Chocolatero en bodas (todos a la barra libre, que en cinco minutos cierra). Cualquiera de Tina Charles o Gloria Gaynor cerca de una pista de baile (que se mueven solas las cinturas). La barbacoa, la barbacoa, que aunque se intente no se puede evitar tararearla.
O alguna otra, como ésta, que causa reacciones algo más fúnebres...

La canción relataba una patética historia de amor en la que una mujer se suicidaba y su amante pretendía seguir el mismo destino para poder coincidir con ella en el más allá.
En aquellos años, Hungría atravesaba un periodo de su historia cargado de intolerancia y oscuridad.
En el año 36, la revista TIME publicó contenidos relativos a un alza en el número de suicidios producidos en Hungría y relacionaba los mismos con la pieza musical que nos ocupa. Concretaba los datos estadísticos narrando que un zapatero de Budapest se había quitado la vida, dejando un mensaje citando algunos versos de la cancioncilla de marras y añadía, incluso, que habían sido hallados varios cadáveres de suicidas en el Danubio que portaban la partitura de la melodía.
La canción triunfó en Europa y Estados Unidos versionada por la diva del Jazz Billy Holiday (1941) y desde un principio fue apodada como "la canción húngara del suicidio".

En 1941 la propia BBC eliminó de sus programaciones la posibilidad de emitir el tema, manteniendo la "cuarentena" durante algo más de 60 años, (hasta 2002), cuarentena que no fue evitada ni siquiera por las versiones que de ella hicieron diferentes intérpretes de éxito (Elvis Costello, Sinead O'Connor, Björk, Ray Charles, Serge Gainsbourg..),
Como no podía ser de otra manera, y para demostrar incierto el refrán de que en casa del herrero el cuchillo es de palo, en 1968, el señor Seress falleció víctima de suicidio, ejecutado en circunstancias realmente dramáticas y con ciertos detalles "gore"que, por respeto al lector aquí se omiten.
The New York Times publicó el siguiente obituario:
"...El señor Seress se quejaba de que el éxito de "Gloomy Sunday" en realidad aumentó su infelicilidad, porque sabía que jamás sería capaz de escribir un segundo éxito..."
"...El señor Seress se quejaba de que el éxito de "Gloomy Sunday" en realidad aumentó su infelicilidad, porque sabía que jamás sería capaz de escribir un segundo éxito..."
¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!
"Hay dos tipos de música: buena y mala. Me gustan ambas".
"Hay dos tipos de música: buena y mala. Me gustan ambas".
Duke Ellington
"Lo desconcertaba la idea de que hubiera alguien a quien no le interesara la música.
Era lo mismo que no estar interesado en ser feliz."
Joe Hill
P.S. Variados son los estudios científicos y paracientíficos que han analizado diversas obras, incluida esta canción, con un supuesto efecto suicidogénico (el propio Werther de Goethe, que da nombre al efecto Werther). Como dato baste mencionar que uno de estos estudios concluyó que nuestra morbosa canción, versionada décadas después de su composición añadiendósele otra estrofa en la que se manifestaba que "el lunes es peor que el domingo", parece que desencadenó un grave episodio a tiro limpio en un colegio de mi adorado San Diego (California), luctuoso hecho que serviría de inspiración al conocido y pegadizo tema I don't like mondays - No me gustan los lunes- (The Boomtown Rats).