lunes, 29 de septiembre de 2014

¡VENTE PA' HISPANIA, CAESAR!


CASI sin saberlo, y ya desde pequeños, estamos abocados a ello. La familia espera expectante que pronunciemos nuestras primeras palabras, que demos nuestros primeros pasos y que cumplamos, sin demora, los tres años para disfrutar de nuestros primeros días de colegio.
Es entonces, cuando nosotros tomamos el testigo de esa carrera y queremos que vuelen los días de curso para llegar a las vacaciones estivales; que pasen los años de primaria para llegar a los de bachiller; cumplir los dieciocho para tirarnos el farol con nuestros padres de que, si queremos, nos vamos de casa (no les caerá esa breva) y para comenzar, por fin, la  etapa de universidad. Y recién comenzada ésta, empezamos a desear sin tardar que acabe pronto, para tener dinero; y cuando éste llega, porque por fin hemos conseguido un trabajo, deseamos que las jornadas laborales fluyan corriendo, porque ahora lo que escasea es el tiempo libre y, de nuevo, no vemos el momento de que lleguen las ansiadas vacaciones y así, sin darnos cuenta, nos encontramos deseando que por fin llegue ello: la anhelada jubilación. 

Toda una vida de prisas para terminar ... en Benidorm.

Hispania, año 25 a.C. CASI dos siglos ya llevaban los romanos y sus legiones paseando gozosos por tierras de la hasta entonces llamada Iberia. En un principio no llegaron para quedarse, pero parece que estos parajes les resultaron más que agradables y aquí se aposentaron por larga temporada.

Y dicen que la experiencia es un grado y que los años aumentan la sabiduría. Y debe ser cierto: al igual que en nuestros tiempos, europeos provectos y ya entraditos en días hacen joviales sus maletas y se vienen para Benidorm y sus generosos centros de la Seguridad Social, asimismo, -mutatis mutandi-, los legionarios romanos ya cercanos a una edad respetable y cansaditos de guerrear, preparaban sus vidulus (los petates de la época) y emigraban para Hispania.

Y concretando más, al igual que Torrevieja y Benidorm constituyen los destinos ideales de  los añosos visitantes de hoy en día, también en el tercer decenio antes de Cristo y sucesivos hubo un centro neurálgico vacacional objetivo de peregrinaje de extranjeros mayorcetes que impuso moda y se constituyó en el lugar elegido para disfrutar del bien merecido descanso de todo jubilado y retirado de la época que se preciase.

Los legionarios retirados de las legiones romanas, -especialmente de las gloriosas X Gémina y V Alaudae-, recibían como premio por sus servicios, al licenciarse, terrenos para asentarse en dicho centro vacacional tan en boga.

Con tanto acaudalado jubilado pleno de tiempo libre por la zona, el lugar fue ganando fama como centro cultural y artístico y. en él, pronto se construyeron villas, casas, acueducto, circo  y hasta un fabuloso teatro.

Dicha colonia tan de moda había de ser bautizada con un nombre que hiciera justicia y mención a todos aquellos jubilosos jubilados que hasta allí habían peregrinado para pasar, dulce y agradablemente, sus últimos y placenteros años. Pero también, había de llevar el sello del César, -que para eso lo era y la modestia no era uno de sus atributos-. Augusta fue, por ello, la mitad de su nombre y el resto no podía ser otro que "de los retirados", que por aquel entonces y en latín se llamaban emeritos. Emerita Augusta o Augusta Emerita, como corrigen los que dicen entender de esto.

Mérida para todos nosotros a día de hoy. Esplendida Mérida de curioso origen fundacional.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"Se viaja, no para buscar el destino sino para huir de donde se parte".
Miguel de Unamuno

"Todos deseamos llegar a viejos y todos negamos que hayamos llegado".
Quevedo

lunes, 15 de septiembre de 2014

FAMA VACUNA


¿Dónde radica la razón de la popularidad? ¿Quién decide quién reúne méritos para pasar a la HISTORIA con mayúsculas y quién debe quedar relegado a segundos o terceros planos? Para mi es un enigma y, por más que le doy vueltas, encuentro con gran facilidad petimetres en letras doradas y, con mucho esfuerzo, grandes personas relegadas a la letra más pequeña de la tipografía más ilegible.

Además de bañarse en leche de burra y tener relaciones con todo el que se le antojaba, empezando por su hermano ¿tiene Cleopatra méritos suficientes para ser la más popular de la historia de Egipto?

Además de haber perdido literalmente la cabeza por Enrique VIII ¿porta Ana Bolena algún valor especial para ser la más mencionada de las históricas esposas reales británicas?

Y, sin embargo, a grandes hombres de la Historia les ponen una calle en su pueblo y gracias.

¿Conocen al doctor Balmis? ¡Pues deberían!


Imperio Español, albores del siglo XIX. Después de haber asolado Europa, la viruela se propagó por el continente americano, causando estragos en una población altamente vulnerable a un virus con el que anteriormente no había tenido contacto ninguno.
Por estas fechas era cirujano honorífico de la corte de Carlos IV el doctor Francisco Javier Balmis y Berenguer (Alicante, 1753-Madrid, 1819). El doctor Balmis había trabajado durante años en hospitales mejicanos y conocía bien los problemas sanitarios y epidémicos de los territorios españoles de ultramar.
Hombre de carácter enérgico, espíritu profundamente filantrópico y fino olfato científico, se propuso en 1802 hacer llegar la recién descubierta -por Edward Jenner- vacuna de la viruela a poblaciones americanas y asiáticas. Para ello, convenció al rey español Carlos IV de financiar la expedición destinada al efecto. El rey fue sensible a la petición, dado que varios miembros de la familia real se habían visto afectados por la terrible enfermedad.
 
La llamada Real Expedición Marítima de la Vacuna partía de La Coruña en Noviembre de 1803 rumbo a América. Sería la primera expedición que llegaría con las vacunas aptas y eficaces para ejercer su función. Los ingleses habían intentado anteriormente enviar vacunas a América pero, dado que entonces no existían medios de refrigeración, las vacunas nunca habían conseguido llegar vivas. El gran ingenio de Balmis, junto a otros médicos de la Corte, había ideado la forma de hacerlas llegar mediante su inoculación paulatina en varios niños expósitos miembros de la expedición, que no habían estado expuestos anteriormente a la enfermedad. De esta manera, que hoy estaría mal vista y probablemente sería ilegal, el doctor Balmis logró salvar de una muerte segura a cientos de miles de personas (los ingleses años más tarde tuvieron que rendirse, dejar de investigar y usar el sistema de Balmis).
Las cinco naves, buques de guerra, llegaron a Puerto Rico en Mayo de 1804 y comenzaron las vacunaciones. Para abarcar la mayor cantidad de población posible, visitaron varios países de sudamérica, llegando incluso a Filipinas,  creando puntos de vacunación donde dejaron organizadas pautas y material necesario. El doctor Balmis no sólo dedicó a esta gran aventura solidaria parte de su vida y todos sus esfuerzos sino que aportó, asímismo, sumas de su patrimonio personal para conseguir llegar a lugares remotos de los Andes y para obsequiar a los niños.
La campaña tuvo gran recompensa: las vacunaciones se realizaron con éxito y la incidencia de la enfermedad remitió. La de Balmis fue la primera campaña masiva de vacunación de la historia de la medicina. Además creó la primera infraestructura sanitaria en los países americanos.

Ésta ha sido una de las mayores proezas médicas de la crónica española y una de las páginas más limpias, humanas y de más auténtica civilización de la presencia española en ultramar y Balmis uno de los mayores filántropos que en la historia ha habido.
El propio Jenner, descubridor de la vacuna, dijo del Doctor Balmis: "No me imagino que en los anales de la historia haya un ejemplo de filantropía  tan noble y tan extenso como éste".

* En 1980 la OMS declaró la viruela enfermedad erradicada.
¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces,
pero no hemos aprendido el arte de vivir junto, como hermanos.
Martin Luther King
Llevadera es la labor cuando muchos comparten la fatiga
Homero
* Esta semana Casilda tiene el gran placer de participar con esta publicación en el concurso II Premios al Voluntariado Universitario convocado por la Fundación de la Mutua Madrileña y que pretende inspirar a los jóvenes a mejorar el mundo.  El Dr. Balmis puede constituir una figura ejemplar de la historia española más solidaria:  http://www.premiosvoluntariado.com/concurso-de-posts-solidarios-inspira-a-los-jovenes-a-mejorar-el-mundo/