lunes, 28 de enero de 2013

CABALLOS O CEBRAS 

LA GRANDEZA DE LO SENCILLO



¿Os habéis parado alguna vez a pensar cómo sería la vida si fuéramos capaces de simplificarla?

Incluso aquello que nos parece más complejo, una vez reducido a sus partes, no suele ser más que una amalgama de piezas y cuestiones más sencillas y fáciles de desentrañar.

En ocasiones, los problemas son tan complicados como nosotros queramos plantearlos. Nos enredamos con las hebras de lo accesorio y baladí y no somos capaces de percibir lo esencial aunque se nos presente obvio, evidente y en letras mayúsculas.

Filósofos, médicos, escritores, taxistas ... nos han dado buenas pruebas de la magnificencia y el valor de la simplicidad. A saber:

 La célebre "navaja de Ockham" (filósofo inglés de los siglos XIII y XIV) con la que el pensador franciscano afeitó, metafóricamente, las barbas de Platón simplificando su filosofía ontológica y, desde el punto de vista práctico, nos aportó una jugosa reflexión llena de provecho: En igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la correcta.

En cuanto a los médicos, en muchos hospitales universitarios los docentes más versados trasladan a los novatos residentes la sabiduría no escrita, que les asistirá en el delicado arte del diagnóstico, condensada en el aforismo "Si oyes ruido de cascos piensa en caballos, no en cebras"

Por lo que respecta a los escritores y taxistas ... 

Boston, segunda década del siglo XX. El insigne escritor y médico escocés Sir Arthur Ignatius Conan Doyle, creador del archifamoso personaje de novela detectivesca Sherlock Holmes, había llegado a la capital de Massachusetts para impartir unas conferencias.

Ya en la estación ferroviaria, el escritor tomó un taxi para trasladarse a su hotel. Amablemente, el conductor cargó en el portaequipajes los enseres de Doyle y le condujo, sin más comentarios, al destino solicitado.

Antes de descender del coche, el escritor se dispuso a hacer efectivo el importe debido pero se vió sorprendido por la negativa del taxista a cobrarle la suma, solicitándole en su lugar como contraprestación al servicio prestado una invitación para la conferencia  que tendría lugar al día siguiente y que impartiría Doyle.

Sir Arthur, desconcertado por el hecho de que el taxista lo hubiera reconocido, lo interpeló con gran curiosidad para averiguar  cómo había podido identificarle.
"No me ha resultado complicado" . dijo el taxista.
"Primero, hace días que ya estaba informado de su próxima visita a nuestra ciudad. Segundo, en las solapas de su abrigo he observado unas motas de polvo que me ha parecido neoyorquino, y me consta que usted viene procedente de esa ciudad. Tercero, lleva usted un corte de pelo al más puro estilo de Filadelfia, uno de los destinos recientes de su gira de conferencias, y..."

Conan Doyle, abrumado por las circunstancias y la perspicacia del conductor, interrumpió a su interlocutor para decirle, fascinado, que le resultaba aún más inteligente, sagaz y observador que su propio detective, Sherlock Holmes.

Sin inmutarse, el taxista recuperó el hilo de su conversación, añadiendo a lo ya dicho: "En fin,, Mr.Doyle, el indicio más revelador ha sido que ...de su equipaje pende una gran etiqueta con su ilustre nombre". 

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

 ."Las personas inteligentes son capaces de simplificar lo complejo; los tontos, en cambio, suelen complicar lo sencillo".
 Gerald Grumet

"La mayoría de las personas gastan más tiempo y energías en hablar de los problemas que en afrontarlos".
Henry Ford

lunes, 21 de enero de 2013

CONTRA LA IRA... TEMPLANZA 



Reza un sabio proverbio italiano que "sólo los verdaderos amigos nos dicen que tenemos la cara sucia".

Confesarle a un prójimo apreciado que, sin saberlo, se pasea por ahí mostrando un rostro desaseado y poco presentable, requiere una gran dosis de valor y otro tanto de cariño ya que siempre corres el peligro de que el del chafarrinón en la cara se empecine en que él tiene el semblante impoluto y, de regalo, te propine un enfado y una indignación hacia ti monumentales.

¡Que bien estaría tener siempre la templanza de escuchar a aquellos que nos quieren, aunque no nos guste oír el mensaje que, a veces, para su desdicha, les toca confesarnos!

Gengis Khan (1162-1227). Imperio Mongol (siglos XII-XIII), El poderoso emperador Gengis Khan gustaba de organizar, en periodos de descanso entre las guerras, grandes partidas de caza por los frondosos bosques de algunos parajes de su vasto imperio. En ellas, el emperador siempre lucía orgulloso, sobre su brazo, su mejor halcón adiestrado.

Un día, llegada a su fin la agotadora jornada de caza, decidió regresar cabalgando en solitario, atravesando el bosque, con la sola compañía de su fiel halcón favorito. Tras un caluroso día, el rey sintió la necesidad de beber y, conocedor como era del territorio, se dirigió hacia un manantial cercano. El halcón, minutos antes, había levantado el vuelo y se había perdido de la vista del rey.

Llegado al emplazamiento donde habitualmente fluían las aguas, Gengis Khan descubrió, con decepción, que el fuerte calor del verano casi lo había desecado y, únicamente, descorrían por la roca unas escasas gotas. No obstante, sacó del zurrón su taza y, con paciencia, fué llenándola, gota a gota,  para poder beber.  Cuando por fin  se disponía a hacerlo, percibió que una especie de gran saeta se le acercaba, rauda desde lo alto, y le arrebataba de las manos el tazón, vertiéndose así toda la anhelada agua. Sorprendido, observó que era su estimado halcón el que había realizado tan osada acción.
Tres veces más lo intentó y tres veces el halcón repitió, temerariamente, la afrenta de arrebatar al emperador el agua de la misma boca. Furioso, el rey, que había amenazado de muerte al ave en las tres ocasiones anteriores, en ésta, la última, desenvainó la espada y materializó la amenaza, atravesando con herida mortal a su halcón favorito.
Sin remordimiento ninguno, y agotado ya el hilo de agua de la escorrentía, se propuso, testarudamente, salirse con la suya y beber de la propia fuente del manantial. Para ello, trepó roca arriba y, cuando coronó la cima, encontró su ansiado manantial reducido, por causa del calor estival, a un escaso charco en el centro del cual yacía, sin vida, la serpiente más venenosa, cuyo cadáver había emponzoñado el agua que minutos antes discurría roca abajo y que él había estado a punto de ingerir.

El emperador quedó estupefacto: su leal halcón le había salvado la vida y él, a cambio, le había dado muerte. Desolado, recogió el ave, ya inane, lo montó con solemnidad sobre su cabalgadura y prosiguió, misérrimo, su camino de regreso.

Ese día el emperador había aprendido, con alto coste, una valiosa lección: nunca se debe actuar bajo los efectos de la ira.

Y otra, igualmente preciosa: un amigo verdaderamente fiel es el mayor de los tesoros.

¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA!

"Dos amigos no se quieren de la misma manera: hay uno que besa, y otro no hace más que tender la mejilla",
A. de la Tour du Pin Chambly
 



lunes, 14 de enero de 2013


CUANDO APRIETAN LOS "MANOLOS"


Ya lo cantaba Sebastián, el cangrejo: "the seaweed is always greener in somebody else's lake" (las algas siempre son más verdes en el lago de los demás). 
Y aquí, en tierra firme, se cumple también esa máxima. Dejando a salvo a personalidades un poquito egocéntricas, al común de mortales nos parece muchas veces que "la hierba siempre crece más verde en el prado del vecino".
 Así las cosas, resulta más bien complicado "calzar" las botas del susodicho vecino cuando nos confiesa sus quebraderos de cabeza a causa de sus punzantes cardos y agresivas zarzas, maleza y mala hierba que nosotros, con la ignorancia y visión parcial de quien solo ve lo poco que se otea desde el otro lado de la valla, hemos percibido, miopes, como una bella manta aterciopelada de verde césped inglés. 

Y es que, amigos,  no es oro todo lo que reluce. 

Roma, siglo I después de Cristo. Se cuenta que vivía una pareja de patricios, muy afamada por ser la envidia de la "buena sociedad" de la época. La esposa era conocida por sus virtudes, por su gran hermosura, por su aguda inteligencia y su dulce y delicado carácter. A todo ello se sumaba el nada desdeñable hecho de contar con una vasta fortuna.

Un día, en medio de una celebración en la domus (casa) de un amigo, nuestro patricio solicitó la palabra para hacer partícipes a todos de su decisión de divorciarse de su esposa.
 El anuncio de tal noticia causó estupor entre los allí presentes, que siempre habían sentido una admiración, cercana a la sana envidia, por la buena sintonía y la felicidad de la pareja.

Insistentemente trataron de hacerle cambiar de opinión, alabando aquí y ensalzando allá las muchas cualidades de su virtuosa y bella esposa.
Pacientemente, dejó a todos intervenir sin interrumpir ni un sola vez sus palabras y, solo cuando entendió que todos habían terminado sus vehementes alegatos, nuestro patricio se despojó de una de sus sandalias y se incorporó tomando de nuevo la palabra, ante la mirada atónita del resto de comensales.

 "¿Veis esta sandalia? Es buena ¿no os parece? Manufacturada con el mejor cuero de cabritilla por el maestro artesano zapatero más prestigioso de toda Roma. Es perfecta y sin defecto en apariencia pero... únicamente yo sé exactamente donde me aprieta cuando camino". 


¡FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA! 

"Pocos ven lo que somos pero todos ven lo que aparentamos" 
Nicolás Maquiavelo (1469-1527)

"El mundo recompensa antes las apariencias de mérito que el mérito mismo"
François de la Rochefoucauld (1613-1680)

lunes, 7 de enero de 2013


LA EDAD DE LA INOCENCIA 

* EPISODIO NO APTO PARA ALMAS INFANTILES *

Las generalizaciones CASI siempre conllevan unos márgenes de error más o menos crecidos: sin embargo, hoy vamos a aventurarnos a generalizar afirmando, sin temor a equivocarnos, que todos hemos sido inmensa e ingenuamente felices esperando la venida de los Magos en la cautivadora noche de Reyes.

Quien más y quién menos, todos tenemos alguna historia hilarante, bella o entrañable, pero siempre inolvidable, de esa noche en nuestros años tiernos. Seguro que cada uno de nosotros bien podría relatar alguna, sea propia o ajena. Y seguro que todas ellas harían aflorar una sonrisa espontánea.

Hoy hemos querido narrar aquí el que fué un episodio importante de la infancia de Alicia (nombre fictício de una niña real)...

España. Año 2010. La pequeña y pizpireta Alicia corría alborotada a casa de su vecina Alma, veinte años mayor que ella, a referirle, como de costumbre, sus novedades e inquietudes.

Sin embargo, ese día  su talante era distinto: su actitud tenía un punto de desasosiego, alarma y decepción, como quien descubre, sin haber deseado saberlo, que el bolso de Vuitton, que con tanto cariño le regaló su impecable novio como agasajo de cumpleaños, en realidad lo había adquirido cautelosamente de un amable africano en su "chic boutique" ambulante a pié de acera, eso sí, de la calle Serrano.

-" ¡Alma, Almaa! ¡No te lo vas a creer! Imposible... no te lo creerás. Pero tiene que ser verdad porque me lo ha contado mi amigo Juanito, que siempre lo sabe todo..."

Ante la avalancha de palabras y el ansia infantil de la niña, Alma sintió curiosidad y le preguntó:

- "¿Qué es, Alicia, eso tan sorprendente?"

-" Los Reyes, Almita, los Reyes, que no te lo vas a poder ni creer, pero Juanito dice que es verdad."

Alma, por la edad de la niña, su actitud escandalizada y las fechas navideñas en las que se encontraban, anticipó en su mente, sin duda ninguna, el secreto arcano que la pequeña estaba a punto de revelarle pero, con gran cariño, simuló una sincera cara de sorpresa y preguntó:

-"¿Los Reyes? ¿Que pasa con los Reyes?"

- "Pues Almita, me ha dicho Juanito que los Reyes ¡no existen! ¡que él sabe que son sus padres!"

- "¿Estás segura de eso, Alicia? ¿no estará equivocado Juanito?"

- "Si, si ¡estoy segurísima! Juanito es el más listo de la clase y nunca se equivoca. Pero..."

De repente, la expresión del rostro de la niña mudó desde una decidida convicción a un asomo de titubeante incertidumbre y prosiguió:
- " ...pero...la verdad es que hay una cosa que no entiendo..."

Entonces Alma, la vecina, le preguntó, esta vez con genuina curiosidad:
- Y ¿qué es lo que no entiendes?...

A lo que Alicia respondió con aire inteligente y pensativo...

- Pues no me explico cómo les puede dar tiempo a los padres de Juanito a repartir, en una sóla noche...¡los regalos de todo el mundo!...

"FELIZ LUNES Y FELIZ SEMANA"

"Quienes comparten nuestra niñez, nunca parecen crecer"
 Graham Greene

"¿La ilusión? Eso cuesta caro. A mi me costó vivir más de lo debido"
Juan Rulfo